Maria Cano
Enviado por ibarguenm • 14 de Octubre de 2014 • 1.227 Palabras (5 Páginas) • 218 Visitas
Nacida en Medellín en 1887, provenía de una familia culta y humanista de educadores, periodistas, artistas, músicos y poetas de raigambre radical, tanto por parte de su padre don Rodolfo, como de su madre doña Amelia. María se educó en los colegios laicos, independientes del confesionalismo imperante, que regentaba su padre.
Sus primeras incursiones públicas empiezan con su vinculación al movimiento literario de principios de los años 20 en Medellín. Junto a destacados intelectuales librepensadores integra la tertulia Cyrano, que posteriormente publica una revista con el mismo nombre y de la cual es la única columnista femenina. Recibe influencia del movimiento literario de mujeres de fines de la década de los años 10, gestado principalmente en países del sur del continente (Agustini, Storni, Ibarbourou y Mistral). Colaboró en El Correo Liberal (1923) y junto con las escritoras María Eastman y Fita Uribe iniciaron el camino de la actividad literaria femenina de aquella época, que pronto se imitó en varias regiones del país. Fue en “las montañas antioqueñas donde nació el canto nuevo, donde la mujer es más oprimida, rompió primero la red de convencionalismos” (Luis Tejada, El Correo Liberal, 12-02-24).
Salvo lo publicado durante esta época, realmente muy pocos son los textos que testimonian su pensamiento en el período posterior de su vida dedicado a la agitación política, ya que la prensa registraba principalmente su impacto sobre las masas. Su transición del romanticismo intimista a la proyección social de sus inquietudes vitales se aprecia a partir de su interés por lograr que los obreros accedieran a la lectura. En marzo de 1924 expresó su anhelo de abrir una biblioteca popular gratuita, convocó a periódicos y librerías a donar materiales, y en mayo ya tenía organizado este servicio en la Biblioteca Municipal e invitaba a los obreros a que “...gustéis conmigo el placer exquisito de leer” (El Correo Liberal, 05-05-24) y se ofrecía a leer para aquellos que no pudieran hacerlo.
Así comenzó su acercamiento a la vida de los artesanos y pobres de la ciudad, que en mayo de 1925 la proclamaron Flor del Trabajo, una de las formas pintorescas de la época a través de las cuales se exaltaba a las mujeres de clase media y alta para entrar como reinas a espacios para ellas negados: el mundo del trabajo asalariado, o el mundo universitario en el caso de las reinas de los estudiantes.
Así inicia el ciclo de su vida pública, caracterizada por una intensa actividad en favor de los trabajadores y en cuya primera etapa incluye desde visitas a los centros fabriles hasta labores en comités y comandos populares. Con el traslado de un grupo de obreros de la Tropical Oil Co. de Barrancabermeja a la cárcel de Medellín, realiza su primera intervención pública, en una manifestación que reclamaba justicia para los presos sociales. Posteriormente, junto con el ex presidente de la República Carlos E. Restrepo, llevó la palabra en una multitudinaria movilización contra la pena de muerte y en defensa de las libertades públicas; con su aguerrida intervención irrumpe ante la opinión pública nacional. En una pequeña ciudad en la que la defensa de la moral provocaba plebiscitos para hacer retirar de una vitrina a la Venus de Milo, aparece esta ágil y menuda mujer de 38 años, que se toma las calles y plazas en nombre de la libertad y la igualdad, dispuesta a enfrentar al régimen conservador, a luchar contra la ignorancia y la explotación de los asalariados y contra la voracidad de las compañías yanquis.
Comienza en 1925 las giras que la hicieron famosa en todo el país. Las gentes se lanzaban a la calle, primero para apreciar a esa curiosa mujer que hablaba en público sobre asuntos de hombres, y cuando se la escuchaba provocaba la adhesión
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