Misa Kuranaga

Después de una semana muy apretada, he buscado un espacio para por fin escribir porque al fin y al cabo, es lo que me hace feliz. Me aleja un poquito del estrés y la realidad que me rodea, lo cual de vez en cuando me sienta bien.

Empezó marzo y yo no dejo de preguntarme “!¿EN QUÉ MOMENTO?!” ya que según yo, no hace tanto fue año nuevo y no hace tanto fue el día de San Valentín. Ahora me encuentro a once días de mi cumpleaños (digo, por si me quieren felicitar) y me siento abrumada por la velocidad con que gira el mundo. Pero aunque quiera, no puedo detenerlo.

Así que, por ser el mes de la mujer, se me ocurrió que podría hacer una mini serie dedicada al poder femenino. Serán un par de entradas seguidas (Ese es el plan, trataré de seguirlo a la perfección) que publicaré de aquí al ocho de marzo en las que buscaré la manera de hacernos entender por qué existe un día establecido para nosotras, qué nos hace tan importantes como para tener una celebración mundial. Esta mini serie la he titulado #BelieveInYourSelfie (así, con el hashtag y todo) porque conozco a muchas chicas que son inseguras de sí mismas y eso no está bien. Yo lo he sido durante mucho tiempo y estoy harta de sentirme menos, de sentirme insuficiente. Sería genial que usaran el hashtag en sus redes sociales para poder propagar esta actitud positiva de creer en ti mismo ya que si no lo haces tú, ¿Quién lo hará?

La mujer es la compañera del hombre, dotada con la misma capacidad mental...

Si por fuerza se entiende poder moral, entonces la mujer es infinitamente superior al hombre...

Si la no violencia es la ley de nuestro ser, el futuro está con las mujeres...

Mahatma Gandhi

No estoy aquí para explicar los antecedentes del día de la mujer, si eso es lo que esperas mejor ve a preguntárselo a Google. Entiendo que la igualdad aún no es totalitaria en los países, sin embargo, hay pequeños ejemplos de mujeres que han luchado por conseguir sus sueños, romper los parámetros sociales y superarse en todos los sentidos. Somos capaces de muchas más cosas de las que nos han dicho y no hay que limitarnos a escuchar los comentarios de nadie porque no definen en ningún sentido quiénes somos o qué tan lejos podemos llegar.

Uno de los ejemplos más claros de que “se puede si se quiere” es Misa Kuranaga. Misa es una mujer nacida en Japón que desde un principio su destino se dictó en un camino opuesto a lo que es hoy en día. Era demasiado pequeña y sus piernas muy cortas para poder sobresalir en el mundo del ballet. Su ADN le dijo que no podía ser bailarina aunque quisiera con todo su corazón. Es gracioso como a veces las limitaciones que se te presentan se convierten en una motivación para alcanzar tus objetivos.

Aunque en Japón su estatura no era muy relevante y logró distinguirse poco a poco en las competencias, cuando se mudó a Estados Unidos era evidente que no

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