Monograficos Leyes
Enviado por darilalexis • 2 de Junio de 2014 • 424 Palabras (2 Páginas) • 220 Visitas
g) Leyes temporales y excepcionales
Finalmente, aquí también nos parece recomendable adoptar una solución como la de las
legislaciones alemana y española
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, coincidente con el pensamiento doctrinario mayoritario
entre nosotros, de que, salvo disposiciones legales expresas, las leyes temporales y
excepcionales deben aplicarse ultractivamente, aún después de transcurrido el tiempo o
cesado la condición de su vigencia
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. 17
Todos los sistemas consultados establecen reglas que hacen aplicable la ley temporal o excepcional aún cuando haya
pasado el tiempo de su vigencia o cesado las razones de su aplicación (art. 2.2 cp español; §2.IV. StGB; art. 2 inc. 4° Cp
italiano). Sin embargo, existe un importante sector doctrinal que considera debe matizarse, al menos interpretativamente,
el rigor de estas soluciones legales
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Cury I, p. 214; Novoa I, p. 198; Garrido I, p. 112 y s. Oo Politof I, p. 150 y s.
Tradicionalmente se distingue entre leyes temporales y leyes excepcionales, teniendo en cuenta si la
ley misma contiene o no la fecha de su abrogación. Esta distinción nos parece artificial y, en buena
cuenta, dependería de la libre voluntad del legislador. Debido a lo cual, consideramos inconveniente
su admisión; sobre todo, si se tiene en cuenta las consecuencias que se derivan de ella. En realidad,
se hace depender de ella la aplicación de las reglas sobre la vigencia temporal de la ley. Tampoco
creemos que es criterio correcto el que tiene en cuenta el carácter más o menos excepcional del
evento que provoca la promulgación de la ley. No existen criterios claros para realizar esta
calificación. Lo cierto es que en ambos casos la supervivencia de la ley depende de una causa
exterior, haya fijado o no el legislador la fecha de la abrogación, y que ésta no comporta un cambio en
su concepción del derecho penal (72). Por esto, es que debe admitirse su aplicación a actos
cometidos durante su vigencia; pero juzgados con posterioridad. Rechazar este criterio significaría
desvirtuar los alcances de las leyes temporales y constituiría fuente de iniquidades, ya que la
imposición de penas conforme a sus disposiciones se haría depender de la celeridad del
procedimiento en cada caso particular. Por fin, en los últimos días de su vigencia perderían
virtualmente su eficacia. Los delincuentes esperarían este período para, llegado el caso de ser
detenidos y juzgados, escapar a la severidad de las penas. De esta manera, el fin de prevención
general, que casi siempre motiva esta clase de leyes, no podría ser alcanzada (73). El principio de la
ley más favorable es, por el contrario, aplicable en r
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