PRESIDENTE
Enviado por felipin18 • 23 de Diciembre de 2014 • 2.377 Palabras (10 Páginas) • 196 Visitas
INTRODUCCION.
El ensayo que se presenta a continuación del libro “El Contrato Social” de Rousseau nos plantea una sociedad en el que volvamos a un estado parecido al que teníamos en nuestro estado natural. En El contrato Social, se abordan diversos temas que, sin duda alguna, actualmente se han tornado relevantes y necesarios. Viviendo una época tan diferente, en un régimen de gobierno tan distinto y en una sociedad tan dividida, Rousseau se adelanta a las sociedades de hoy en día, a nuestros propios gobiernos e incluso, pienso que, nos adelanta nuestros errores, las causas de nuestras crisis y también de nuestro éxito.
Rousseau se ve obligado a condenar el orden social en el cual no existe ya la primitiva libertad del hombre. Se resiste a fundamentar el orden social en la fuerza (como quería Hobbes) porque la fuerza no confiere derecho. Por tanto, para que el orden social sea legítimo y Justificado, tendrá que fundarse en el acuerdo o la convención.
Por lo tanto, tienen que unirse y fundar una asociación; pero el problema no consiste sólo en encontrar esa asociación que proteja a las personas y a los bienes de cada uno, sino en hallar una asociación tal que en ella cada miembro siga obedeciéndose sólo a sí mismo y siga siendo tan libre como antes.
DESARROLLO
Libro 1
El libro uno dice que el hombre es libre por naturaleza, sin embargo, las circunstancias sociales lo mantienen atado; aquel que nace obligado a obedecer y obedece hace bien, pero si es capaz de enfrentarse a su esclavitud y superarla, obra mucho mejor aun. Así demuestra que fue creado para disfrutar de la libertad, si no tiene derecho de discutirla.
Las primera sociedad, por naturaleza es la familia, aunque el lazo se rompe al terminarse la necesidad de un hijo hacia un padre, comúnmente sigue habiendo una relación que sin forzosa ni natural, es más un convenio; así pues toda sociedad es un convenio. El cual tiene jefes y subordinados. Y aunque unos nacen para mandar y otros para ser esclavos, no es porque haya distinción, es solo porque así ha existido.
El derecho sobre los demás jamás significara nada si emana de la fuerza, ya que esta palabra significa potencia física, y si alguien sucumbe ante la fuerza, no es un acto de obediencia, sino un acto de necesidad o prudencia, así que el derecho no nace de la fuerza, ni se está obligado a obedecer, además, si la razón está dada por el derecho ante los demás, significa que cada que hubiese alguien más fuerte la razón cambiaria de significado, no teniendo jamás un sentido común, por lo que las relaciones no podrían darse.
La sobrevivencia individual de las personas sería imposible; así que la única forma de lograrlo es unir fuerzas. Muchos hombres forman parte de un todo a favor de un bien común, esto es el pacto social, pero cuando el pacto se rompe y se deshace la alianza, cada individuo recupera su naturaleza primitiva; la libertad. Pero como el objetivo es colectivo, no debería haber intereses personales en un pacto social, impidiendo así que se desintegre, pero si los hay, entonces ese pacto social es tiranía.
Lo que pierde el hombre por el contrato social es su libertad natural y un derecho ilimitado a todo lo que intenta y puede alcanzar; lo que gana en él mismo es la libertad civil y la propiedad a todo lo que posee.
Libro II
El libro dos dice que la soberanía es inalienable porque es el ejercicio de la voluntad general, jamás deberá separarse del individuo miembro de una sociedad, y que el soberano, que no es más que un ser colectivo no puede ser representado por alguien más, solo por el mismo; el poder se transmite, pero no la voluntad. Aunque no es imposible que la voluntad personal sea igual que la voluntad colectiva, si es imposible que este acuerdo este presente siempre; aunque si esto llegara a ocurrir seria solo coincidencia y no parte del proceso
La voluntad general es recta y tiende constantemente a la utilidad publica; pero no siempre las deliberaciones del pueblo tengan la misma rectitud, Siempre quiere uno su bien, pero no se lo ve siempre bien; nunca se corrompe al pueblo, pero se le engaña a menudo, y entonces es cuando parece querer lo que es malo. Asi pues, para tener una buena voluntad publica general, es necesario que no existan sociedades dentro de los estados, si no que cada persona opine de acuerdo con su modo de pensar.
El pacto social da al cuerpo político poder absoluto sobre todos los suyos, este mismo poder, que dirigido por la voluntad general, toma el nombre de soberanía. Cada individuo enajena, mediante el pacto social, bienes y libertad, pero el mismo ciudadano es el juez que juzga estas necesidades.
El contrato social tiene como fin la conservación de los contratantes, se quiere conservar la vida a expensas de los demás, pero también se debe exponerse por los demás cuando sea necesario. Cuando el estado le dice a un individuo que para el bien de la comunidad debe morir, morirá, por que a expensa de ella había vivido en calma, y su vida ya no es un derecho natural, sino un convenio con el estado. En el contrato social no se dispone de la propia vida, solo se garantiza. Cuando se aplica la pena de muerte, se le hace como enemigo, no como ciudadano, pues el malhechor ataca las leyes del estado y le declara la guerra. En un estado bien gobernado hay pocos castigos, no por que se exoneren muchas cosas, si no por que hay pocos criminales.
Es necesario que haya contratos y leyes para unir los derechos a los deberes y conducir la justicia a su objeto. Las leyes son realmente las condiciones de la asociación civil. El pueblo sumiso a las leyes debe ser el autor de las mismas.
Un cuerpo político (estado) puede medirse de dos maneras, por su extensión territorial y por el número de habitantes. La proporción para un estado ideal imposible de dignar, pues depende mucho de factores como la fertilidad de la tierra, del nivel de consumismo del pueblo, de fertilidad de las mujeres, etc. Pero es aquí donde aplica lo del nivel maximun de gobierno, cuando hay demasiado terreno, la vigilancia se vuelve pesada, la producción insuficiente innecesaria. Siendo esta la causa de guerras defensivas; y cuando el terreno es escaso, el estado se halla por necesidad la adquisición de nuevas tierras, entrando así en guerras ofensivas con sus vecinos.
Libro III
El libro tres habla el gobierno y dice que no es más que un cuerpo intermediario establecido entre los súbditos y soberanos para su mutua comunicación, encargado de la ejecución de las leyes y del mantenimiento de la libertad, tanto civil como política. Los miembros de estos cuerpos se llaman magistrados o reyes; es decir, gobernadores. En el gobierno se distinguen dos partes que mueven el poder, uno lo conocemos como el poder legislativo y
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