Personajes De Bolivia
Enviado por Shionpillo • 20 de Mayo de 2015 • 1.848 Palabras (8 Páginas) • 254 Visitas
Biografías
Túpac Katari
(Julián Apasa; Ayo Ayo, La Paz, 1750 - Peñas, 1781) Líder del levantamiento indígena que tuvo lugar en Bolivia en 1781 y que puso en jaque a las autoridades coloniales españolas.
Huérfano desde muy pequeño, sirvió durante años en la parroquia de su localidad natal, y si bien no tuvo acceso a la educación por la humildad de su condición, se nutrió de la tradición oral aymara. Todos los testimonios sobre su vida indican que desde muy temprano compartió el sufrimiento de sus hermanos indígenas y manifestó públicamente su rechazo a la opresión a que los sometían los españoles.
Tras las muertes de Túpac Amaru, con quien había mantenido contactos, y de Tomás Katari, el líder de la insurrección de Chayanta, tomó el nombre de Túpac Katari, con el que encabezó el más importante levantamiento indígena de la región aymara, a principios de 1781. Su movimiento buscaba la liberación de los indígenas frente al yugo impuesto por las fuerzas coloniales españolas. Durante la insurrección, Túpac Katari lideró un ejército de más de 40.000 indígenas, que llegó a controlar Carangas, Chucuito, Sicasica, Pacajes y Yungas, y que mantuvo sitiada la ciudad de La Paz durante tres meses.
Fue apresado al ser traicionado por uno de sus colaboradores y, una vez juzgado por las autoridades españolas, fue condenado a muerte y ejecutado en Peñas (La Paz), el 15 de noviembre de 1781. Tras cortarle la lengua, para que nadie escuchara sus últimas palabras, cruciales como mensaje en un pueblo de tradición oral, se le condenó a morir descuartizado por caballos que tiraban en direcciones opuestas. Idéntica suerte corrieron sus inmediatos seguidores.
Bartolina Sisa
Nació 1753 en Sullkawi (otras fuentes aseguran que nace en 1750 en Qara Qhatu (cerca de la ciudad de La Paz). Desde pequeña recorre junto a sus padres diferentes pueblos por el comercio de la hoja de coca. Allí ve los atropellos que se cometen contra los indígenas. Dedica su vida a luchar contra la opresión de los colonizadores, buscando la libertad y una vida digna para sus hermanos indígenas. Se casa con Tupak Katari, un joven aymara que compartía la misma convicción ante la contingencia que vivían. Se unen a Túpac Amaru y a su esposa Micaela Bastidas, dos guerreros incansables, en busca del mismo propósito de libertad para sus pueblos y que lideraban el grupo de los quechuas. Estalla la insurgencia aymara-quechua y en 1781 Túpak Amaru es proclamado Virrey del Inca y Bartolina Sisa es elegida Virreina. Bartolina asume un rol muy activo en la guerra contra los españoles, dirigiendo batallas junto a su esposo y teniendo a su cargo el ejército aymara. Sus propios compañeros la traicionan y la entregan a Sebastián Segurola como prisionera de guerra. Bartolina y Tupak Katari son sentenciados a muerte: en noviembre de 1781 Tupak es asesinado y en septiembre de 1782, Bartolina es torturada, ahorcada y descuartizada, exhibiendo la cabeza y las extremidades en los distintos lugares en que ella luchó. Desde 1983 se establece el día 5 de septiembre, fecha en que se conmemora su muerte, como el Día Internacional de la Mujer Indígena. Y como reconocimiento a la actitud valiente y a su incansable lucha por las culturas ancestrales americanas, en julio de 2005 el Congreso Nacional de Bolivia declaró a Bartolina Sisa y Tupak Katari, heroína y héroe nacional.
Juana Azurduy
(Juana Azurduy de Padilla; Chuquisaca, 1780 -Jujuy, 1860) Heroína de la independencia del Alto Perú (actual Bolivia). Descendiente de una familia mestiza, quedó huérfana en edad muy temprana. Pasó los primeros años de su vida en un convento de monjas de su provincia natal, la cual fue sede de la Real Audiencia de Charcas.
En 1802 contrajo matrimonio con Manuel Ascencio Padilla, con quien tendría cinco hijos. Tras el estallido de la revolución independentista el 25 de mayo de 1809, Juana y su marido se unieron a los ejércitos populares, creados tras la destitución del virrey y al producirse el nombramiento de Juan Antonio Álvarez como gobernador del territorio. El caso de Juana no fue una excepción; muchas mujeres se incorporaban a la lucha en estos años.
Juana colaboró activamente con su marido para organizar el escuadrón que sería conocido como Los Leales, el cual debía unirse a las tropas enviadas desde Buenos Aires para liberar el Alto Perú. Durante el primer año de lucha, Juana se vio obligada a abandonar a sus hijos y entró en combate en numerosas ocasiones, ya que la reacción realista desde Perú no se hizo esperar. La Audiencia de Charcas quedó dividida en dos zonas, una controlada por la guerrilla y otra por los ejércitos leales al rey de España.
En 1810 se incorporó al ejército libertador de Manuel Belgrano, que quedó muy impresionado por el valor en combate de Juana; en reconocimiento a su labor, Belgrano llegó a entregarle su propia espada. Juana y su esposo participaron en la defensa de Tarabuco, La Laguna y Pomabamba.
Mención especial merece la intervención de Juana en la región de Villar, en el verano de 1816. Su marido tuvo que partir hacia la zona del Chaco y dejó a cargo de su esposa esa región estratégica, conocida también en la época como Hacienda de Villar. Dicha zona fue objeto de los ataques realistas, pero Juana organizó la defensa del territorio y, en una audaz incursión, arrebató ella misma la bandera del regimiento al jefe de las fuerzas enemigas y dirigió la ocupación del Cerro de la Plata. Por esta acción y con los informes favorables de Belgrano, el gobierno de Buenos Aires, en agosto de 1816, decidió otorgar a Juana Azurduy el rango de teniente coronel de las milicias, las cuales eran la base del ejército independentista de la región.
Tras
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