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RECOPILACION BIOGRAFICA DE ADELA ZAMUDIO


Enviado por   •  24 de Julio de 2012  •  1.885 Palabras (8 Páginas)  •  966 Visitas

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RECOPILACION BIOGRAFICA DE ADELA ZAMUDIO

El 11 de octubre de 1854, el cielo se abrió para contemplar en el valle cochabambino, bañado por sauces llorones e impregnado por el perfume de las flores que se extienden por doquier, el nacimiento de una mujer, común como las demás, pero guardando en su pecho y en su mente la rebeldía, el coraje y la visión de pocas.

Adela Zamudio nació en una quinta cochabambina, en 1854. Fue bautizada como Paz Juan Plácida Adela Rafaela Zamudio Ribero. Sus padres eran propietarios de minas en Corocoro, en el departamento de La Paz, pero se encontraban de vacaciones en Cochabamba cuando ocurrió el parto. Pasó su infancia en Corocoro, donde estuvo hasta los seis años. Luego, los intereses económicos de la familia les llevaron a instalarse en la finca de Corani, en Cochabamba. Según se dice, en ese tiempo Adela solía visitar la casa solariega de Nataniel Aguirre, el autor del afamado libro “Juan de la Rosa”, quien impactó grandemente en el espíritu de la futura poetisa. Posteriormente, la familia se trasladó a Viloma, un lugar más accesible y simpático, a seis leguas de la ciudad y en el mismo valle de Cochabamba, modesto y encantador retiro que inspiró a doña Adela. Aquel año que precedió al estallido de la Guerra del Pacífico hubo sequía, peste y hambruna. Doña Adela socorrió tanto en la ciudad como en la quinta de Viloma a cuantos menesterosos buscaban asistencia. Augusto Guzmán cuenta la siguiente anécdota: “Habiendo subido a socorrer a una anciana solitaria que vivía en una rústica choza sobre una escarpada peña, y a quien llamaban “La Bruja”, ésta le pronosticó en mayo de 1880 la derrota del Alto de la Alianza”. La poetisa escribió: “De pronto la extravagante / vieja, turbado el semblante, / con ademanes de loca, / miró el ocaso un instante / de pie en lo alto de la roca. / “¿Ves, niña? ¡El destino es ciego!” / dijo y lanzó un alarido. / “¿Ves esa nube de fuego? / ¡Esa es la batalla!” y luego / añadió: ¡Nos han vencido!”.

Estudió en la escuela católica de San Alberto en su ciudad natal, Cochabamba, y cursó solamente hasta el tercer curso de primaria, porque en esos tiempos era la máxima educación que se le ofrecía a la mujer. Sin embargo, Adela continuó instruyéndose a través de la lectura: acudía a los hombres relevantes de la ciudad en busca de libros y otras fuentes de cultura provenientes de España y del mundo entero. Es así que en una época en la que para la mujer la maternidad y obligaciones en el hogar eran sus metas, no porque ella así lo hubiese querido, sino porque la sociedad la tenía apartada de la vida pública y de los derechos civiles y solamente el hombre aspiraba a la gloria, al poder, a la riqueza, tan fuertemente, que eran superiores a su propia existencia, en cambio la misión de la mujer estaba librada a dar satisfacciones al esposo e hijos, puesto que éstos se consideraban una prolongación de su vida misma, Adela Zamudio a fines del siglo XIX, debido a su esfuerzo y lucha incesante tiene la oportunidad de ser profesora en la misma escuela donde se había educado. Posteriormente, fue directora de la Escuela Fiscal de Señoritas, que hoy lleva su nombre como justo homenaje a su grandeza.

Adela Zamudio es más conocida como poetisa, crítica de la sociedad patriarcal y clerical, defensora de los derechos de la mujer denunciando su situación que la enfrentó a los líderes conservadores y clericales locales. En todo momento mostró su entereza y lucidez de mujer solitaria frente a la hipocresía de la sociedad colonial y pueblerina, como lo revela en sus poemas Nacer hombre y Quo Vadis,

NACER HOMBRE

Cuánto trabajo ella pasa

Por corregir la torpeza

De su esposo, y en la casa,

( Permitidme que me asombre).

Tan inepto como fatuo,

Sigue él siendo la cabeza,

Porque es hombre!

Si algunos versos escribe,

De alguno esos versos son,

Que ella sólo los suscribe.

(Permitidme que me asombre).

Si ese alguno no es poeta,

Por qué tal suposición

Porque es hombre!

Una mujer superior

En elecciones no vota,

Y vota el pillo peor.

(Permitidme que me asombre).

Con tal que aprenda a firmar

Puede votar un idiota,

Porque es hombre!

El se abate y bebe o juega.

En un revés de la suerte:

Ella sufre, lucha y ruega.

(Permitidme que me asombre).

Que a ella se llame el "ser débil"

Y a él se le llame el "ser fuerte".

Porque es hombre!

Ella debe perdonar

Siéndole su esposo infiel;

Pero él se puede vengar.

(Permitidme que me asombre).

En un caso semejante

Hasta puede matar él,

Porque es hombre!

Oh, mortal privilegiado,

Que de perfecto y cabal

Gozas seguro renombre!

En todo caso, para esto,

Te ha bastado

Nacer hombre.

¿QUO VADIS?

Sola, en el ancho páramo del mundo,

Sola con mi dolor,

En su confín, con estupor profundo

Miro alzarse un celeste resplandor:

¡Es El! Aparición deslumbradora

De blanca y dulce faz.

Que avanza, con la diestra protectora

En actitud de bendición y paz.

Inclino ante El mi rostro dolorido

Temblando de ternura y de temor,

Y exclamo con acento conmovido:

-¿A dónde vas, Señor?

- La Roma en que tus mártires supieron

En horribles suplicios perecer

Es hoy lo que los cesares quisieron:

Emporio de elegancia y de placer.

Alí está Pedro. El pescador que un día

Predicó la pobreza y la humildad,

Cubierto de lujosa pedrería

Ostenta su poder y majestad.

Feroz imitador de los paganos,

El Santo Inquisidor

Ha quemado en tu nombre a sus hermanos...

¿A dónde vas, Señor?

Allá en sus templos donde el culto impera

¿Qué hay en el fondo?

O lucro o vanidad.

¡Cuan pocos son los que con fe sincera

Te adoran en espíritu y verdad!

...

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