Rafael Ramírez

Rafael Ramírez Castañeda nació el 30 de diciembre de 1884 en el poblado de Las Vigas, entre las ciudades de Xalapa y Perote, Veracruz. Bautizado como como José Silvestre Rafael de Jesús, en el registro civil fue inscrito solamente con el nombre de Rafael. Sus padres fueron don Francisco Javier Ramírez y doña Pascuala Castañeda.

Rafael cursó en su pueblo natal los cuatro grados que ofrecía, al fallecer su padre se mudó a Xalapa para finalizar la escuela primaria y, posteriormente, se inscribió en la Escuela Normal del Estado para cursar la carrera de profesor. Al finalizar la carrera trabajó por dos años en escuelas del estado de Veracruz; tiempo después aceptó la dirección de una escuela en Durango y luego se mudó a la Ciudad de México para impartir su profesión en una escuela primaria industrial.

“La llegada del Porfiriato favoreció la educación formal citadina, pero evidentemente descuido al campo, donde se concentraba la mayor población de mexicanos”. (Padilla, Alberto. “Rafael Ramírez, la educación rural y la configuración del Nuevo Estado Nacional pos Revolucionario”. Septiembre de 2001, p.31.)

En 1910 se sorprendió al saber que su hermano y familiares participarían en el estallido de la Revolución encabezada por Francisco I. Madero, con la esperanza de cambiar las condiciones de injusticia, ignorancia y miseria que vivía la mayoría de la población. Gracias a su gran trabajo le fue solicitada su colaboración para reorganizar la Escuela Industrial de Huérfanos. A partir de ese momento, se dedicó con toda su voluntad y empeño a difundir este tipo de educación en el país.

En 1915 escribió su primer libro "La Educación Industrial", en el que comparaba la enseñanza técnica en México con la de Estados Unidos y Europa, y proponía innovaciones para mejorarla, que habría de ser el primero de los muchos y valiosos libros que realizó para la educación del pueblo mexicano. En la doctrina que orienta la obra se advierte el entusiasmo que le produce "la escuela de la acción" de John Dewey y la "educación integral" de Piotr Kropotkine, todo ello sobre el trasfondo sólido del conocimiento positivista que había recibido en la normal rebsamiana y que permanece durante toda su vida en el pensamiento del maestro.

“La escuela para Rafael Ramírez, educar significa preparar a los seres humanos para la vida, dotarlos de la herencia cultural de la humanidad. Formar en ellos una conciencia de clase que les lleve a participar críticamente, a luchar por la liberación antiimperialista, conducirlos a apreciar por sí mismos el estado de dependencia y subordinación en que se encuentran y capacitarlos para que generen su propia liberación.

Cabe aclarar que es importante la ubicación espacial y temporal, en que el profesor Ramírez realizó su obra teórica y práctica. Esta tiene lugar en la época posrevolucionaria

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