Rafael Ramírez y la escuela rural mexicana
Enviado por yaRiDalemon • 3 de Noviembre de 2012 • Monografía • 3.030 Palabras (13 Páginas) • 803 Visitas
1. Rafael Ramírez y la escuela rural mexicana
Concepción Jiménez Alarcón
El gran periodo constructivo del movimiento
Educacional en México surgido de la revolución
Instrucciones: contestar las siguientes preguntas
¿Cuál era el propósito de la creación de las escuelas rudimentarias?
Era enseñar a hablar, leer y escribir el castellano a los individuos a los individuos de raza indígena, así como también realizar operaciones aritméticas más fundamentales y usuales
¿Por qué el plan de estudios se limitaba a enseñar a hablar, leer y escribir el castellano, y a ejecutar las operaciones matemáticas fundamentales?
Porque solo se basaban en el nivel social (gente campesina) y a partir de allí impartían la educación que creían conveniente de acuerdo a la clase que se encontraba económicamente y culturalmente.
¿Por qué es tan breve la duración de la instrucción rudimentaria?
Como no era obligatorio, no todos asistían y porque en ocasiones lo que les enseñaban no lo ponían en práctica y de este modo la gente no progresaba económicamente y culturalmente.
¿Por qué no se declaro obligatorio este tipo de instrucción?
Porque solamente para las analfabetas y solo funcionaba en los lugares más pobres de cuatro estados: Baja California, Tepic, Distrito Federal y Quintana Roo.
¿Por qué prevaleció la concepción social de las escuelas rudimentarias era inútil?
Ya que los poblados en que fundaban seguían debatiéndose en el mismo plano de pobreza y se inculta en que se hallaban antes de que las instituciones se hubiesen establecido en su seno. No era la escuela que el indio y el mestizo de las áreas rurales necesitaban porque con ella o sin ella la vida de miseria y de incultura que llevaban seguía permaneciendo en el mismo plano inferior en que se encontraba. Por socialmente inútiles empezaron a decaer.
¿Cuál fue el aporte de estas escuelas, según Ramírez?
Decía que estas escuelas modestas, insignificantes, aportaron una contribución valiosa al progreso cultural del país ya que fueron a provocar anhelos redención material y cultural a estimular intereses y aspiraciones espirituales en las almas adormecidas de los mestizos e indios que vivían en las áreas rurales del país.
¿Qué tipo de opiniones se expresaron para mejorar las escuelas rudimentarias?
Unos subsecretarios de educación pública: el ingeniero Pani decía que era mejor excluir a los adultos de la enseñanza y que al programa se le debía de asignar otras asignaturas como la de geografía, historia, dibujo, ciencias naturales y trabajos manuales, también debían de crearse escuelas prácticas de agricultura e industrias regionales.
El profesor del interior del país: consideraba un reducido número de asignatura e insuficiente el periodo de dos años y lo que es la ausencia en lo que es el canto en el programa y en su forma de canciones regionales.
El gobernador de un estado: no estaba de acuerdo con la opinión del subsecretario en excluir a los adultos de las escuelas rudimentarias ya que ellos tenían el derecho de estudiar.
2. Los maestros de educación primaria en México 1887-1994
Alberto Arnaut
Los maestros en la revolución (1910-1919)
Instrucción: hacer un resumen acerca de la situación del magisterio durante la revolución mexicana; tomando en cuenta:
a) Formas de participación de los maestros de distintas regiones y funciones que desempeñan en la lucha armada.
b) Principales cambios que la revolución generó en la profesión magisterial.
c) Diferencias entre normalistas y universitarios.
Revolución mexicana interrumpe el proyecto educativo porfiriano, particularmente en lo que se refiere a la centralización de la enseñanza primaria y a los esfuerzos que pretendían homogeneizar al magisterio mediante la unificación de los planes de estudio en la enseñanza normal”.
La participación de los maestros durante el movimiento armado fue muy diversa: la mayoría de los maestros no intervino en la política y continuó desempeñando sus funciones sin importar el gobierno para el que trabajaran; algunos fueron víctimas de la política y padecieron desde el retraso temporal o indefinido de sus sueldos hasta el cese por haber colaborado con el enemigo.
En 1917 se suprime la SIPBA y las escuelas primarias se transfieren a los ayuntamientos del distrito y de los territorios federales. Durante la Revolución, la política para formar maestros fue una continuación del régimen porfiriano, aunque con algunos cambios importantes.
Al principio, el cambio más notable fue la interrupción del antiguo proyecto para federalizar la enseñanza primaria, uniformándola en todo el país mediante la centralización, las asambleas nacionales de instrucción pública y el acuerdo entre el gobierno federal y los gobiernos de los estados. El proyecto federalizador incluía la enseñanza normal como parte de la estrategia para construir un sistema nacional de educación primaria.
La interrupción del proyecto federalizador o uniformador de la enseñanza normal no fue el único cambio que introdujo la Revolución, también encontramos algunos intentos para reorientar la enseñanza normal, como los planes y programas de estudio. En general, se buscaba una enseñanza normal mucho más comprometida con el pueblo y con la revolución.
Sobresale por su persistencia la búsqueda de identidad por parte del magisterio; las razones que se esgrimieron fueron su función, experiencia y formación especializada, así como su lucha por el monopolio de la profesión y sobre el ámbito institucional de su desempeño. Esta búsqueda estaba íntimamente relacionada con el reclamo de su territorio institucional.
Las escuelas normales fueron, al mismo tiempo, nidos conservadores y cuna de revolucionarios. Ya fuesen unos u otros, lo cierto es que los maestros en servicio, normalistas o no, fueron transformados por la Revolución.
Los maestros fueron a la Revolución. No hubo estado o grupo revolucionario que no contara en sus filas con más de un maestro, e incluso los contaron por decenas. En la capital de la república los universitarios, sobresalieron como opositores y críticos al gobierno de Madero y una vez caído fueron funcionarios, aliados y panegiristas del gobierno de Huerta. En cambio, los maestros de escuela eran menos críticos ante el poder constituido –estuviese encabezado por Díaz, Madero o Huerta- porque desde las últimas décadas del siglo XIX, los maestros primarios eran miembros de una profesión de Estado. Los maestros primarios tuvieron un menor desprecio que los universitarios hacia los “iletrados”, “ignorantes” y, a veces, “salvajes”
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