SOBREVIVIR PARA CONTARLO: COMO DESCUBRI A DIOS EN MEDIO DEL HOLOCAUSTO EN RUANDA

SOBREVIVIR PARA CONTARLO: COMO DESCUBRI A DIOS EN MEDIO DEL HOLOCAUSTO EN RUANDA

ALUMNO: Ale Valentina

PROFESORA: Zangara Ana Cecilia

COLEGIO: Inmaculada

AÑO: 5°B

MATERIA: Formación Religiosa

PRESENTACION DE IMMACULÉE

Ruanda es un pequeño país ubicado en el centro de África. Según cuenta Immaculée, Ruanda tiene forma de piedra preciosa y que es tan espectacularmente hermoso que es casi imposible no ver la mano de Dios en sus montes nublados, en las montañas, en los verdes valles y en los lagos. Los colonos alemanes que llegaron a finales del siglo xx la nombraron como la tierra de la primavera eterna, por el viento que venía de los montes que pasaba por los bosques y pinos, que impregnaba el olor dulce de lirios y crisantemos. De clima agradable todo el año.

Immaculée nació en una provincia occidental ruandesa de Kibuye, en la aldea de Mataba.

En la cultura ruandesa, era importante tener un “buen nombre” y los padres de Immaculée la vigilaban para estar seguros de que se única hija mantuviera esa reputación. Con ella eran más estrictos que con sus hermanos; le daban las tareas de la casa, le daban horas de llegada más rígidas, le seleccionaban la vestimenta, le aprobaban o desaprobaban los amigos que hacía. A pesar de eso, sus padres siempre la apoyaron para que tuviera éxito en la escuela y desarrollara su ingenio.

La casa de Immaculée estaba situada en lo alto de una colina con vista al Lago Kivu.

Su familia estaba compuesta por sus padres y tres hermanos. En su hogar el prejuicio social y el racismo eran desconocidos. Era una niña extremadamente feliz con una familia feliz, viviendo en lo que para ella era una aldea feliz con personas que se respetaban y cuidaban mutuamente. Familia de mucha fe.

Su padre, de nombre Leonard Ukulikiyinkindi siempre que Immaculée tenía miedo, él la cobijaba en sus brazos en todo el camino hasta la casa luego de ir a nadar al lago. Era un  hombre grande y fuerte y ella se sentía amada y segura en sus brazos. Se emocionaba cuando su padre le demostraba afecto, ya que su padre era muy reservado, poco demostrativo y chapado a la antigua y rara vez demostraba sentimientos y aunque no decía que los amaba, ellos sabían que así lo era.

Él fue quien eligió el apellido de Immaculée, ya que en Ruanda los apellidos so únicos para todas las personas. Ilibagiza significa “resplandeciente y hermosa en cuerpo y alma”. Para ella, es un recuerdo de que su padre la amó desde el momento en que nació.

Recibió muchos honores y ascensos en toda su carrera.

Su madre, hermosa, de nombre Marie Rose Kankindi siempre ocupada en la cocina preparando el plato de arroz y frijoles calientes con los que se alimentaban todos los días antes de ir a la escuela. Era sorprendente su energía, siempre era la primera en levantarse y ultima en acostarse. Se levantaba antes que todos para asegurarse que la casa estuviera ordenada, que la ropa de sus hijos este lista, que los libros y lecciones estén preparados para llevar al colegio. Le cosía personalmente la ropa a cada uno, decoraba la casa con decoraciones hechas por ella misma y les cortaba el pelo.

Los frijoles que preparaba en todos los desayunos eran cultivados por su familia, los cuales la mamá atendía todas las mañanas mientras que el resto dormía. Revisaba la cosecha y les entregaba las herramientas a los jornaleros.

Después de terminar con esas tareas ya mencionadas, la madre de Immaculée recorría el camino para empezar su trabajo de tiempo completo como maestra en la escuela primaria local.

Era famosa por sus buenas obras, ella jamás le daba la espalda a alguien necesitado.

Los padres de Immaculée eran maestros y creyentes fervientes en que la única defensa contra la pobreza y el hambre era la buena educación. Ellos fueron los primeros en graduarse de la secundaria en sus respectivas familias y quería que sus hijos llegaran más lejos que ellos en el ámbito educativo. Ellos se las ingeniaron para ahorrar un poco de dinero trabajando y siempre como maestros y cultivando la tierra que el abuelo de Immaculée les había dejado.

Eran cuatro hijos en la familia: tres hermanos varones y una mujer. El mayor era Aimable, nació en 1965, un año después del casamiento de sus padres. Siempre fue el miembro más serio de la familia, callado e introspectivo. Hacían chistes diciendo que era el sacerdote de la familia. Era el favorito de su madre por ser el primogénito.

Aimable era humilde, tímido y se sentía abochornado por su madre. También era dulce y detestaba la violencia.

Dos años después del nacimiento de Aimable, nació Damascene, el otro hermano mayor de Immaculée.

Era brillante, travieso, divertido, generoso, increíblemente amable y simpático. Se reía todo el tiempo con su hermana y sabía como calmar su llanto. Cuando él no estaba, ella lo extrañaba muchísimo. De naturaleza jovial.

El menor de la familia era Vianney, quien nació tres años después de Immaculée.

Era un chico totalmente inocente, amoroso y un poco irritante (como todo hermano menor). Sobrepasaba a Immaculée, era robusto y apuesto.

Más adelante, Immaculée formará parte de una nueva familia, con su esposo Bryan y sus dos hijos Nikki y Bryan Júnior. Que le brindaran una vida nueva llena de amor e inspiración. Ellos colmaran su vida por completo.

A lo largo de todo el texto, Immaculée va a tener recuerdos y sueños con cada uno de sus familiares, como por ejemplo el rosario de su padre, la carta de Damascene escrita en víspera de su muerte, etc.

SECUENCIA DEL CRECIMIENTO ESPIRITUAL DE IMMACULÉE

La secuencia del crecimiento espiritual de Immaculée la haré por ítems:

• Habla por teléfono con sus familiares, siempre tranquilizándolos y diciéndoles que tengan fe.

• Su padre fue como su “guía” espiritual, cuando él habla con los demás sobre que el amor vence al odio, que hay que tener fe en nosotros mismos y en dios, ella observaba como los demás se conmovían con las palabras de su padre.

• En el baño: Immaculée pide a Dios que bendiga al pastor y agradece que las condujo a esconderse allí.

• Le pide a Dios que las salve, por la desesperación no recuerda ninguna oración. Esa fue la primer vez que escuchó al diablo susurrarle al oído:” ¿Por qué estas invocando a Dios? Mira a toda esa gente ahí afuera. Cientos de ellos buscándote. Son una legión y tú eres solo una. No hay posibilidades de que sobrevivas, no sobrevivirás…” cierra los ojos y aprieta sus manos contra el rosario blanco de su padre y reza en silencio con las fuerzas que le quedaban. Rezó todo el día. Sus pensamientos y miedos oscuros le nublan la fe.

• Como siente su fe atacada, pasa horas contemplando dos versos que había memorizado del Evangelio según San Marcos, que habla sobre el poder de la fe.

• La oración se convirtió en su armadura y envolvió su corazón ceñidamente en ella.

• La lucha por perdonar. Desde muy temprano Immaculée llevaba rezando el rosario pidiéndole a Dios que les ofreciera Su amor y Su misericordia a todos los pecadores del mundo; pero por mucho que ella intentaba, no lograba conseguir rezar por los asesinos. Ella sabía que Dios quería que recemos por todo el mundo, pero más que nada, quería que Dios esté de su lado.

• Cuando rezaba “así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”, trataba de no pensar en los asesinos porque sabía que no podía perdonarlos.

• Le atormenta no poder perdonar a los asesinos, aunque lo pidiese, sabía en lo profundo de su ser que no lo merecían.

• Esa misma noche Immaculée reflexiona al escuchar una respuesta del Señor; que las almas de los asesinos no son verdaderamente malas. A pesar de todo eran hijos de Dios y ante los ojos de Dios los asesinos eran Su familia, por lo que merecía el mismo amor y el mismo perdón.

• Ora por los asesinos para que sus pecados sean perdonados “perdónalos porque no saben lo que hacen”. Esa noche oró con la conciencia tranquila y el corazón limpio. Durmió en paz.

• Immaculée misericordiosa con los asesinos. Habla con el capitán, quien le comenta que las personas que están haciendo esto son malas, monstruosas. Le ofrece a Immaculée una venganza, que consistía en que ella le dé el nombre de los asesinos de habían matado a su familia y que la buscaban a ella,  y él mandaría a soldados a matarlos en el nombre de ella. La venganza era perfecta pero ella percibió la maldad en la voz del capitán.

• Más tarde le pide a Dios que toque el corazón del capitán con Su perdón y Su misericordia, y es aquí cuando nota que Ruanda está sumergida en un odio y violencia que había que parar.

• “Estoy en tus manos Señor, oré en silencio. No me importa si vivo o muero siempre que esté cumpliendo con Tu voluntad”.

DOS PASAJES SOBRE LA ORACION

• “Por eso les digo: todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo tendrán”. (Marcos 11:24).

Elegí este pasaje porque creo que en la sociedad que vivimos no rezamos como corresponde, con esa intensidad que Immaculée lo hacía, rezamos por costumbre o pedimos cosas que no lo valen y no tienen sentido.

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