Semnario- La leche, ¿beneficiosa o perjudicial para la salud?

La leche, ¿beneficiosa o perjudicial para la salud?

Desde pequeños siempre nos han dicho que tomar leche es necesario para crecer y mantener saludables nuestros huesos. Pero la verdad es que el consumo de leche al igual que sus derivados está relacionado con consecuencias graves a la salud, como alergias, cáncer, obesidad, osteoporosis y problemas digestivos.

Pero ¿cómo podemos cuestionarlos esto? si toda la propaganda ya sea en la redes sociales como en la televisión nos inculcan que la leche es buena para nuestra salud.

Si observamos a los animales, nos será más fácil comprender por qué debemos terminar con el consumo de leche y sus derivados. Ellos toman leche solo a edades tempranas, y de su propia especie. Y los humanos, tomamos leche durante la etapa adulta y además de una especie distinta a la nuestra. Estamos actuando en contra de la naturaleza.

En esta investigación nos concentraremos en 2 grandes problemas que causa el consumo de leche y sus derivados, cabe decir que esto son 2 de muchos.

Primero está el gran problema que sufren la mayoría de las personas, el ser ‘’intolerante a la lactosa’’. Generalmente hay gran cantidad de lactasa en el sistema digestivo de bebés y niños, pero a medida que crecemos la mayor parte de nosotros perdemos la capacidad para producir lactasa en gran cantidad, generalmente demasiado poca como para digerir más de un vaso o dos de leche al mismo tiempo. Cuando este descenso en la producción de lactasa cae por debajo de ciertos mínimos aparece la intolerancia a la lactosa.Sin la cantidad necesaria de lactasa en los fluidos digestivos, la lactosa de la leche y de los productos lácteos no se rompe (se hidroliza) adecuadamente, de modo que la lactosa atraviesa el intestino hasta una zona donde sufre una fermentación, convirtiéndose en gases como dióxido de carbono e hidrógeno y en ácido láctico, un irritante del intestino. Esa combinación produce fácilmente dolores gástricos y diarrea.

Cuando hablamos de leche el primer nutriente que nos viene a la mente es el calcio. Pero justamente una proteína de la leche, la caseína, es la que impide que podamos absorber el calcio que contiene. Esto ocurre porque al consumir proteínas animales, el pH de la sangre se vuelve ácido y el organismo, como reacción, saca parte del calcio que tenemos en los huesos para poder neutralizar esa acidez.

Entendiendo esto nos queda muy claro que la leche no es necesaria para nuestro organismo, al contrario, nos perjudica gravemente.

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