Sherlock Holmes
Enviado por danielacrna • 23 de Febrero de 2014 • 1.321 Palabras (6 Páginas) • 217 Visitas
Biografía
Ateniéndonos a las pautas de textos de Doyle, Sherlock Holmes nació el 6 de enero de 1854. Su padre era un hacendado inglés y su madre descendía de una estirpe de pintores franceses, entre ellos el ilustre Vernet, primo de su abuela. Tiene dos hermanos: Mycroft, del cuál Sherlock siempre ha dicho que es más listo que él pero que "no posee ninguna ambición ni energía"; lo que Sherlock entiende como un oficio -deducir cosas a partir de minúsculos detalles- Mycroft lo ve como un simple pasatiempo. Trabaja como coordinador general e informador interno de los asuntos del gobierno británico y es miembro ilustre del Club Diógenes. Y Sherrinford, el mayor de los tres, que es rara vez mencionado y conocemos muy poco de él, aunque muchos expertos han confirmado su existencia dado que es muy probable que, dada la época, el primogénito se llamara igual que el padre: Sherrinford.
Sherlock Holmes parece haber sido estudiante en la universidad, seguramente de las de Oxford y Cambridge donde cursó algunas asignaturas de música y musicología, medicina, derecho, pero sobre todo, química. También es en la universidad donde comienza alguna labor como detective (La corbeta Gloria Scott) y donde comienza su faceta de actor, uniéndose al grupo universitario de teatro, hecho que le será muy útil a la hora interpretar los papeles que adopta al disfrazarse en algunos de sus casos. Tras realizar sus estudios se aloja cerca del Museo Británico para poder estudiar las ciencias necesarias para el desarrollo de su carrera posterior. Conoce a Watson en 1881, en el laboratorio del hospital Saint Bartholomew por un conocido en común con el objeto de compartir el piso del 221B de Baker Street. Rehúsa el título de caballero (sir), pero acepta la Legión de honor de forma totalmente discreta.
Su gran enemigo, también de extraordinarias facultades intelectuales, es el profesor Moriarty, quien llegó a acabar aparentemente con la vida del eminente detective en la cascada de Reichenbach, Suiza (El problema final). Doyle tuvo que optar por resucitar a su héroe cuando miles de lectores protestaron llevando crespones negros en el sombrero en señal de luto. Sherlock Holmes reaparece en el caso La casa vacía (El regreso de Sherlock Holmes, 1903) explicando los motivos de su ausencia. Este interludio de tres años entre la aparente muerte de Sherlock Holmes y su reaparición es conocido como El Gran Hiato, tiempo literario que ha permitido a algunos autores de pastiches dar rienda suelta a la imaginación y permitirse ciertas licencias poéticas tales como: la desintoxicación de Holmes a la cocaína gracias al psicoanalista Sigmund Freud o el posible matrimonio del detective consultor con su supuesta amada Irene Adler. Pero son obras que se salen del canon holmesiano, por lo que son "extraoficiales".
Tras una carrera de veintitrés años, de los que Watson compartió diecisiete con él, Holmes se retiró a Sussex, donde se dedicó a estudiar filosofía y a la apicultura, y llegó a escribir un libro titulado Manual de apicultura, con algunas observaciones sobre la separación de la reina, y también, casi casualmente, resolvió uno de sus casos más complicados: La aventura de la melena del león (1907). Posteriormente a su jubilación como detective se dedicó dos años a preparar concienzudamente una importante acción de contraespionaje poco antes del inicio de la Primera Guerra Mundial. Nada más consta sobre él a partir de 1914.
Conocimientos y habilidades
Clásico atuendo de Sherlock Holmes
En la primera historia, Estudio en escarlata, se brinda un cierto trasfondo de Holmes. A principios de 1881, se presenta como un estudiante independiente de química con una variedad de intereses muy curiosa, casi toda la cual le sirve en la resolución de crímenes. En una de las primeras historias, La corbeta Gloria Scott, el padre de un amigo del colegio lo felicita por sus habilidades deductivas y el propio Holmes explica que ello fue una de las razones por la que se convirtió en detective.
"— Mr. Holmes, but it seems to me that all the detectives of fact and of fancy would be children in your hands. That's
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