UN NUEVO EL ANGEL DE BUDAPEST

“EL ÁNGEL DE BUDAPEST”

He de admitir que hubiera sido un honor haber conocido a este gran personaje, quien tuvo el valor que por cierto nos hace falta a muchos, salvar la vida de muchísimas personas inocentes todo ello gracias a una inteligente estratagema con la que les coló a las autoridades nazis una ley española no vigente que dotaba de pasaporte español a todos esos ciudadanos judíos, así es, estoy hablando de Ángel Sanz Briz.

Nació en Zaragoza el 28 de septiembre de 1910, fue embajador de España en Hungría durante la Segunda Guerra Mundial (en este conflicto, España se mantuvo como no beligerante).

En 1944, actuando por cuenta propia según algunos autores, "oficialmente" con independencia del gobierno de Franco (pero sin sufrir tampoco represalia alguna por ello), contribuyó a salvar la vida de unos cinco mil judíos húngaros durante el Holocausto, atribuyendo y afirmando que los judíos sefardíes tienen derecho a la nacionalidad española por ser descendientes de los judíos sefardíes expulsados por los Reyes Católicos en 1492, por ende proporcionó pasaportes españoles, en un principio a judíos que alegaban origen sefardí en virtud de un antiguo Real Decreto de 1925 del directorio militar de Primo de Rivera, y posteriormente a cualquier judío perseguido. Al tiempo irá formando un movimiento de resistencia que les permita salvarlos. Él les expide documentos de protección y los alojó en casas de seguridad españolas, resguardados por la soberanía de la embajada. En ese momento, el gobierno húngaro estaba persiguiendo y deportando judíos a los campos de exterminio nazis.

Por estos hechos, fue reconocido por Israel como Justo entre las Naciones;  pero se tuvo que rehusar por orden del régimen franquista, que no mantenía relaciones con el estado israelí.

Además Briz acogió en su casa a refugiados, estableció lugares seguros extendiendo la cortina de protección de la legación española y acudió a los hospitales de la Cruz Roja reclamando como españoles a algunos de los que estaban allí alojados.

 He de admitir no sabía de la existencia de este personaje hasta hace unas semanas, pero ahora que lo sé creo que sin ninguna duda merece el título de héroe; y por lo que he leído se han hecho homenajes de él en  Israel, Hungría y en España, en su ciudad natal, Zaragoza, pero la historia pública fue esquiva con su labor por las razones de estado que como funcionario de la diplomacia él mismo defendió hasta sus últimos días en la embajada de la Santa Sede.

Espero que nuestras futuras generaciones lleguen a saber de la gran acción humanitaria que ejerció Ángel, salvando la vida de centenares de personas.

...