Vias de la evolucion

Vías de la evolución.

La apariencia física ha sido tomada desde hace mucho tiempo como indicador del parentesco entre los organismos. La estructura inexorable ligada a la función  también aporta pruebas de la descendencia con modificaciones. Se cree que los organismos similares entre si se relacionan de manera cercana, y los que presentan pocas semejanzas entre si tienen una relación más remota. Sin embargo la selección de semejanzas comparadas es muy importante.

Cuando los biólogos toman decisiones acerca de las relaciones taxonómicas primero examinan la característica común al grupo más grande de organismos, y la interpretan como indicador del ancestro común más remoto. Esta característica primitiva se ha mantenido sin cambios fundaméntales. Las características derivadas son indicios de evolución más reciente, señalan la existencia de un ancestro común más cercano en el tiempo.

Convergencia

En la evolución convergente los grupos, con una relación distante, como las aves y los murciélagos, pueden semejar al otro en algunos aspectos, con forme evolucionan para adaptarse a formas similares de vida.

Una de las mejores fuentes de información acerca de las relaciones filogenéticas son las estructuras homólogas. Las estructuras homólogas pueden parecer diferentes y  funcionar de manera muy diferente en distintas especies, pero pueden mostrar similitudes fundamentales debido a que evolucionaron a partir de la misma estructura de un antepasado común. La búsqueda de homologías no está libre de trampas, sin embargo no todas las similitudes son heredadas de un antepasado común. Con frecuencia la evolución produce similitudes no homólogas entre los organismos. En un proceso conocido como evolución convergente, las especies de ramales evolutivos diferentes pueden llegar a parecerse entre sí, siempre y cuando vivan en ambientes similares. En la imagen se muestra la evolución convergente de: A tiburón, B ictiosauro, C delfín, se advierte cierta semejanza superficial entre los tres por haberse adaptado a medios similares.[pic 1]

La evolución por selección natural predice que ante demandas ambientales similares, especies no emparentadas pueden evolucionar independientemente hacía estructuras superficialmente semejantes, la evolución convergente. Estas partes corporales similares en lo externo se llaman estructuras análogas. Esto significa que la homología indica origen común pero no la analogía. Por ejemplo:

Las alas de las moscas o las de las aves son estructuras análogas que han surgido por evolución convergente, las formas aerodinámicas o térmicamente aisladas mediante grasa de las focas o los pingüinos son un ejemplo más. Las estructuras análogas pueden ser muy diferentes en cuanto a su anatomía interna, porque las partes no provienen de antepasados comunes.

Los organismos que ocupan ambientes similares en algunos casos pueden parecerse entre sí aunque tengan un parentesco muy lejano. La adquisición a través de la historia evolutiva independiente, de características adaptativas equivalentes ocurre porque esos organismos están sujetos a presiones selectivas similares.

Por ejemplo, en su anatomía externa las ballenas son semejantes a ciertos peces cartilaginosos, como los tiburones y a diversas especies de peces óseos grandes, tanto en su forma hidrodinámica como en otros aspectos externos. Sin embargo, las ballenas son mamíferos  y sus aletas a diferencia de las de los peces, ocultan estructuras anatómicas remanentes de una mano de tetrápodos.

Divergencia

Es un proceso evolutivo en el cual a partir de un antepasado en común se originan una variedad de especies que pueden evolucionar de diferentes formas para adaptarse a su ambiente (cada una de ellas está adaptada y especializada para sobrevivir en un hábitat particular). Esta forma de evolución se llama divergencia o radiación adaptativa. Este tipo de evolución lo encontramos en una gran variedad de mamíferos, voladores, nadadores, corredores, trepadores que han evolucionado a partir de un pequeño insectívoro de patas cortas.

...