Zulueta. Una de sus únicas ilusiones era ir a nueva York

Una de sus únicas ilusiones era ir a nueva York, era el gran sueño de su vida. Ir allí le produjo una gran cantidad de descubrimientos sobre todo descubrimientos plásticos.

La pintura era lo que a él le gustaba. Era su primera vocación antes que el cine.  

“Yo era tan pop” decía continuamente. Todo lo pop le entró rápidamente y le llenó plenamente.

El arte pop le rompía los esquemas. Se volvía loco en las calles de Nueva York y por todo donde pasaba veía arte pop.

Le inspiró Warhol, Lichtenstein y muchos otros.

No era consciente de imitarlos solo los admiraba, los idolatraba.

Sabía mucho de cine, siempre estaba al tanto de todas las corrientes de cine. Siempre ha admirado a gente que ahora son artistas clásicos pero que entonces destacaban poco o eran poco clásicos.

Estudió en Nueva York pintura, dibujo publicitario…

Ambas eran su seguridad, como el cine puede fallar en un momento dado la pintura siempre estaría ahí.

Desde el primer momento tenía un talento excepcional, era muy rico en el sentido que abarcaba muchos campos: el cine, la literatura y sobre todo la pintura.

Tenía una visión del cine mas clara que todos los demás.

Era profesor y sus clases tenían pies y cabeza, se entendía muy bien lo que decía. Pertenece a  “la generación sin titulo”.

Zulueta comenzó hacer películas atípicas, ahora se ve con una perspectiva muy diferente y puede parecer incluso convencional, pero en aquel momento hacer películas pop donde no había más razón realista que la propia música no era normal.

Su cine era muy original y muy estimulante. Zulueta mezclaba estéticamente toda la Psicodelia, la más sofisticada de los 60 más el Underground Americano  del final de los 70 que era mucho más sucio.

Le apasionaba Warhol, Paul Morris, todas las  Drag Queens y todas las drogas que comenzaban a aparecer.

Iván Zulueta era eterno e insatisfecho.

Era muy creativo y todo lo que creaba era exuberante y lleno de humor.

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