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ACTIVADORES FORMAS DE ACCION


Enviado por   •  25 de Abril de 2019  •  Monografía  •  2.657 Palabras (11 Páginas)  •  174 Visitas

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ACTIVADORES

FORMAS DE ACCION

Los aparatos funcionales basan su efecto en la puesta en acción de fuerzas  que actúan sobre los dientes  y huesos maxilares propiciando cambios morfológicos y funcionales. Todos los aparatos funcionales tienen en común el que son efectivos  sin tener miembros activos como elementos  protagonistas de la acción terapéutica y que son fundamentalmente rígidos.

Fuerzas fisiológicas: el origen de las  fuerzas  proviene de la deformación de la musculatura. El aparato afecta la posición muscular y al deformarla crea unas presiones que se transmiten a la dentición. Estas fuerzas fisiológicas son de pequeña intensidad y permiten la recuperación histica.

Fuerzas intermitentes:   las  12-14 horas de  uso especialmente en la noche   permiten mantener  integra la vascularización periodontal, por lo que el movimiento ortodoncico y la remodelación ósea es lenta y gradual. No hay presiones continuas como en los aparatos fijos que son mas propicios a provocar lesiones intra y peri dentaria debido al carácter ininterrumpido de las fuerzas.

Fuerzas funcionales: se considera  tres tipos de fuerzas funcionales.

  1. Fuerza muscular: el activador obliga a la propulsión de la mandíbula y tensa  y estira  los músculos elevadores. La musculatura a su vez tiende a retraer la mandíbula, o la mandíbula se adapta  a la postura forzada creciendo para mantenerse en posición adelantada.
  2. Fuerzas  oclusales: el aparato encaja entre los dientes superiores e inferiores que tratan de ponerse  en contacto al elevarse la mandíbula. La interposición del material rígido desvía la trayectoria  y se produce una oclusión adelantada de la mandíbula.
  3. Alivio de presión ambiental: el diente se mantiene en posición por el equilibrio de todas las fuerzas ambientales que le rodean. Presión de la lengua, mejillas y de los labios determinan el posicionamiento dentario en el llamado pasillo de tomes. Si por medio de aletas o alambre  se evita el contacto de los tejidos blandos, el diente se moverá hacia el lado en que no hay presión muscular.

Fuerzas eruptivas   : si el material rígido se apoya en la cara oclusal o borde incisal,  se inhibe parcialmente la erupción. Si el aparato evita el contacto entre los dientes antagonistas, estos tenderán a hacer erupción hasta encontrar un tope en su trayecto.

Fuerzas elásticas: los arcos de alambre o resortes metálicos aplican presiones mecánicas directas sobre las coronas dentarias al igual que en las placas removibles activas.  Otros diseños posteriores tienen un armazón elástico en vez de rígido, aunque persiguen la misma acción que el activador.

Activador: el segundo grupo  de aparatos funcionales  está constituido  por el activador de Andreasen con todas sus variantes y diseños que tiene un estilo propio: el bionator de Balters y el modelador elástico de Bimler son los más conocidos y empleados hoy en la clínica. Este tipo de aparatos  se caracterizan porque obligan a propulsar la mandíbula retrognatica hacia delante y abajo (excepto en el tratamiento de clases III) activando la musculatura y estructuras circundantes. La reacción es transmitida a la dentición a través del aparato ejerciendo una acción de retrusion sobre la arcada superior y potenciando el crecimiento del hueso mandibular.

[pic 1]

Diseño del activador: el activador consta de una placa removible superior y otra inferior unidas entre si  a nivel del plano oclusal. Constituye un bloque unido de acrílico  que feruliza la relación intermaxilar obligando  a la mandíbula a desplazarse hacia delante. Se construía anteriormente solo para la corrección de clase III aunque posteriormente se aplico para el tratamiento de otros tipos de maloclusiones, sin embargo su uso esta mas indicado para la corrección de las  distoclusiones. El activador va suelto en la boca pero encaja sobre la bóveda del maxilar y la cara palatina de los dientes superiores. Tiene en su porción anterior unas facetas fabricadas en acrílico que forman topes  sobre los incisivos inferiores. En la parte posterior hay también unas huellas ajustadas a las caras linguales de los dientes bucales inferiores.  El activador, en su conjunto, ajusta lingualmente en la corona de  todos los dientes presentes obligando a la propulsión  de la mandíbula para corregirla. Para su fabricación es necesario tomar una mordida constructiva.  Por medio de cera se toma directamente en boca la relación intermaxilar en una posición adelantada de la mandíbula, se enseña a el paciente a propulsar de tres a cuatro milímetros la arcada inferior hacia adelante, dejando una apertura vertical a nivel de los molares, registrada la posición mandibular en hiperpropulsion, se traslada a el articulador la relación entre ambas arcadas y sobre esta mordida constructivas se hace el activador.

El desplazamiento mesial de la mandíbula reproduce una relación intermaxilar en las que los molares sagitalmente están en clase uno; el adelantamiento corrige la clase dos, y la oclusión, aunque abierta en la parte posterior, recoge una relación antero posterior que apunta hacia el objetivo final del tratamiento.

Al activador se le añade un arco  vestibular que abraza las caras labiales de los incisivos superiores. Si interesa hacer retrusion del frente anterior, se recorta el acrílico en la zona lingual del mismo modo que se hace en una placa removible activa.

En la zona sagital media se añade en ocasiones un tornillo de expansión para incrementar el diámetro transversal de las arcadas. El mismo efecto tiene la incorporación de un alambre en omega (tipo coffin) que llevan algunos activadores de expansión.

Puesto que el activador es de uso nocturno, no importa demasiado el volumen del aparato. Si se usa durante el día es incomodo y mal aceptado por el paciente. Para obviar este inconveniente y extender las horas de uso diario se han propuesto dos modificaciones:

  1. En el llamado activador abierto se elimina el acrílico, en la región palatina y se sustituye por un conjunto metálico que soporta la acción. Este aparato denominado bionator, fue diseñado para facilitar el que el niño llevara el aparato durante el día y prolongar la acción funcional.
  2. En el modelador de BIMLER, la placa superior e inferior se unen por alambres metálicos en lugar de acrílico. El aparato pierde rigidez y permite mayor elasticidad en la dinámica oral.

ACCION MUSCULAR

De acuerdo con la hipótesis de Andreasen y Haupl, el activador es efectivo para estimular la actividad muscular y potenciar el desarrollo óseo. La presencia del aparato induce una readaptación muscular que influye en el crecimiento de los maxilares.  La propulsión de la mandíbula obliga a una hiperextension de los músculos elevadores, que es origen del estimulo funcional y de la acción muscular sobre el marco esquelético. El efecto clínico más importante en el tratamiento de la clase dos es la esperada respuesta adaptativa a nivel de los cóndilos. El cóndilo, según esta hipótesis crecerá para mantener la relación de la mandíbula con las fosas glenoideas y la integridad anatómica. Los músculos por otro lado, reaccionan ante la dislocación de la articulación con una contracción isométrica, al impedir con el bloque de acrílico el regreso de la mandíbula a relación céntrica, los músculos se contraen sin acortar su longitud. La energía desarrollada por la musculatura se transmite a través del aparato a la dentición; la acción reactiva de los músculos masticatorios tendera a retruir la arcada superior y a protruir la inferior.

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