Altamente competitivo

Cuando hablamos del deporte de alto rendimiento, todos pensamos que el deportista goza de una salud muy buena o excelente, pero no nos detenemos a pensar que el deporte de alto rendimiento tiene unas exigencias superiores a las normales, ya que existen altas demandas de energía, grandes esfuerzos físicos, emocionales y psicológicos de los atletas.

Es por esta razón que en situaciones de alta competencia, que el deporte puede dejar de ser una actividad lúdica y saludable para convertirse en un escenario fértil de problemas. Algunos de los problemas que un atleta puede sufrir en este campo deportivo, son las lesiones físicas: Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), “lesión” es el daño o detrimento corporal causado por una herida, un golpe o una enfermedad”. Según esta definición se puede decir que una lesión deportiva es el daño que se produce en el cuerpo humano como consecuencia de la práctica deportiva, que muchas veces se dan como producto de los altos niveles de exigencia, que implica en muchas ocasiones recesos deportivos por lapsos de tiempos cortos, largos o en algunos casos definitivos.

Debido a esto se presenta un índice muy elevado de atletas lesionados de alto rendimiento año tras año, se han realizado estudios de diversas disciplinas orientadas a la identificación y control de diferentes factores que pueden incidir en la lesión de un deportista. Varios autores (Hanson, McCullagn y Tonymon, 1992; Heil, 1993; Palmi, 1997 y Pargman, 1993) señalan dos tipos de factores como las principales causas de lesión: factores internos y factores externos. Los internos hacen referencia a las causas médico-fisiológicas (morfo tipo) y psicológicas (personalidad y recursos adaptativos) y los externos, los medios por el cual el deportista obtiene traumas o lesiones (patadas, choques, etc).

Las lesiones deportivas representan uno de los mayores obstáculos para un exitoso rendimiento, ya que resulta una fuente de tensión, dolor, dudas y sufrimiento para el deportista; lo cual, sin lugar a duda afecta de una manera u otra el rendimiento físico, y como consecuencia el proceso de recuperación se ve afectado no solamente al tratamiento físico, sino también a la forma en que el deportista asuma su lesión.

Si bien las lesiones físicas impiden al cuerpo desenvolverse con facilidad, no podemos dejar de lado las lesiones psicológicas, causadas por las físicas. Ya que estas lesiones en el atleta tienen consecuencias negativas para el rendimiento deportivo, no solo por sus limitaciones físicas evidentemente, sino también por sus manifestaciones emocionales, esto conduce a un estado depresivo, temor a una nueva lesión y la preocupación por perder el rendimiento logrado. Pero que en muchas ocasiones estas lesiones pasan a un nivel más elevado no solo afectando el rendimiento deportivo sino también aspectos esenciales del sujeto, como las dimensiones biológicas y sociales,

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