Anfibios
Enviado por vguevara • 19 de Marzo de 2014 • Examen • 18.577 Palabras (75 Páginas) • 184 Visitas
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Descripción: Sapito pequeño de coloración amarilla uniforme con manchas marrones alrededor
de las narinas, y ocasionalmente en otras áreas del cuerpo. La parte posterior es desde rojiza hasta
escarlata. Posee un dimorfismo sexual marcado, siendo los machos más pequeños (3,9 a 4,6 cm)
que las hembras (4,3 a 5,4 cm). Los machos ocupan un área de poco más de 56 m2, mientras que las
hembras casi 33 m2 en promedio. Su tasa de crecimiento es relativamente lenta. Se alimenta de
insectos (Coleóptera, Colémbola, Díptera, Homóptera, Himenóptera) y arácnidos. Es de hábitos
diurnos y terrestres [1]. Se estima que su longevidad mínima es de 10 años [2].
Distribución: Especie endémica de Venezuela cuya distribución es muy restringida en la cordillera
de Mérida. Sólo es conocida del bosque nublado de La Carbonera y alrededores, además de las
quebradas de San Eusebio, en la vía entre Jají y La Azulita, a elevaciones entre 2.300 y 2.600 m de
altitud [3,4].
Nombres comunes: Sapito amarillo de La Carbonera, Ranita amarilla de La Carbonera
Venezuelan yellow frog, Venezuelan yellow toad, La Carbonera yellow toad
Sapito amarillo de La Carbonera
Atelopus carbonerensis Rivero 1972
Amphibia
Anura
Bufonidae En Peligro Crítico A2ace; B2ab(v)
Situación
En los últimos 30 años la especie ha sufrido una drástica disminución de su tamaño poblacional [5]. Para 1972, era considerada una especie
abundante y se podía capturar hasta un centenar de ejemplares en una hora, siendo común ver docenas de individuos arrollados por vehículos
en la carretera que conecta la ciudad de Mérida con La Azulita [6,7,8].A principios de la década de los setenta, la especie fue estudiada y se logra
marcar y liberar a 750 individuos, de los cuales dos fueron recapturados ocho y diez años más tarde [1]. A principios de los años noventa se
inició un estudio demonitoreo y sólo fueron observados dos ejemplares entre enero y octubre de 1990. Un avistamiento posterior ocurrió en enero
de 1995 [7,9]. Aparentemente el último registro se obtuvo en 1998, por un ejemplar fotografiado en el páramo El Tambor, cerca de la localidad
tipo [10]. En los últimos años se han realizado varias expediciones y búsquedas exhaustivas sin ningún resultado positivo [9,11]. Su situación es
en extremo crítica, hasta el punto que muchas de sus poblaciones podrían estar extintas en la actualidad [7,12,13]. A escala internacional la
especie ha sido clasificada En Peligro Crítico [14,15,16].
Amenazas
Su situación actual parece estar vinculada a la de otras especies del mismo género, las cuales han desaparecido a un ritmo muy acelerado
en los últimos años. Este fenómeno se ha denominado “declinación global de anfibios”, y entre las explicaciones propuestas se incluye una
enfermedad causada por un hongo quítrido patógeno (Batrachochytriumdendrobatidis), los cambios y alteraciones climáticas, y las interrelaciones
entre estas variables.A estas amenazas se suma el deterioro de su hábitat por deforestación, introducción de ganadería y potencialmente por la
introducción de la rana toro (Lithobates catesbeianus) [12,14,17]. También se ha reportado que esta especie podría haber sido perjudicada por
las sequías severas que afectaron la región en los años ochenta y comienzos de los años noventa. La extensa deforestación de las selvas húmedas
de la llanura aluvial al sur del lago de Maracaibo, e incluso en la localidad tipo, puede estar afectando los patrones de condensación de nubes,
reduciendo la cantidad de humedad en el ambiente. La calidad de las aguas ha sido alterada por agroquímicos empleados abundantemente en
el pasado [12]. Es probable que la captura con fines científicos o por comercio ilegal también haya contribuido con la declinación de esta especie.
Se conoce con certeza sobre la oferta de ejemplares a coleccionistas de los Estados Unidos y Alemania en 1982 y 1989 [5,9].
Conservación
En Venezuela es declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) [18]. La situación de las especies del género
Atelopus ha estimulado varias investigaciones tendientes a determinar la causa de su disminución y posibles soluciones. Es prioritario continuar
y ampliar tales estudios, especialmente aquellos relacionados con la infección por quitridiomicosis y los cambios climáticos globales, así como
las interacciones entre estos factores. Adicionalmente, se debe evaluar la calidad de hábitat, tanto terrestre como acuático, y continuar con
las acciones de monitoreo. Aunque no se conocen casos de especies del género Atelopus provenientes de selvas nubladas y páramos que se
hayan reproducido exitosamente en cautiverio, de localizarse individuos silvestres no debería descartarse el establecimiento de cría ex situ
(ver Atelopus cruciger).
Referencias: [1] Dole & Durant 1974. [2] La Marca 1984. [3] La Marca 1992. [4] Barrio 1998. [5] La Marca & Reinthaler 1991. [6] La Marca 1995a. [7] La Marca & Lötters 1997. [8] Rivero 1972.
[9] Lobo et al. 1993. [10] Torres & Barrio 2001. [11] García-Pérez et al. 1993. [12] Rueda-Almonacid et al. 2005a. [13] Rodríguez & Rojas-Suárez 2003. [14] Hanselmann et al. 2004. [15] IUCN et al. 2006.
[16] IUCN 2007. [17] Young et al. 2001. [18] Venezuela 1996b.
Autores: Enrique La Marca, Luis Felipe Esqueda
Ilustración: Alexander Lobo
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Descripción: Sapito de color amarillo y rojo, con el dorso unicoloreado o bicoloreado, uniformemente
amarillo en la región anterior, mientras que la superficie posterior puede ser cromo-anaranjada
o escarlata. El vientre es uniformemente rojo rubí, aunque puede presentarse cromo-naranja hacia
el pecho y la garganta. Las palmas y plantas son amarillo naranja. Los miembros posteriores son
cortos, y el hocico proyectado. Las hembras adultas miden entre 4,7 y 5,0 cm, mientras que los
machos entre 4,0 y 4,2 cm. Al igual que otras especies del género Atelopus, es diurna, terrestre
y habita en el bosque húmedo montano cerca de quebradas pequeñas [1,2,3].
Distribución: Es una especie endémica de Venezuela, y sólo se le conoce de quebrada La Aguada,
un afluente de la quebrada El Molino, tributaria del río Burate, aproximadamente a 2,5 km de
Niquitao, en el Municipio Boconó del estado Trujillo. La localidad tipo está a 2.200 m de altitud [1,2,3,4].
También en Trujillo, en el Parque Nacional Guaramacal, desde
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