Aparato Reproductor Femenino

Fecundación

El proceso de fecundación se lleva a cabo en la región ampollar de la trompa de Falopio. Durante este proceso, los gametos tanto femeninos como masculinos se fusionan. Para esto, los espermatozoides se desplazan desde el cuello uterino hasta las trompas donde deben experimentar dos procesos para ser capaces de fecundar al ovocito.

El primero, la “capacitación”, dura aproximadamente 7 horas y consiste en unas interacciones epiteliales entre los espermatozoides y la superficie mucosa de la trompa. De esta manera, se elimina la capa de glucoproteínas y proteínas seminales de la membrana plasmática que recubren la región acrosómica. Sólo así es posible que los espermatozoides atraviesan las células de la corona radiada (células que recubren al ovocito) y experimenten el segundo proceso; la reacción acrosómica, la cual tiene lugar después de la unión a la zona pelúcida; gracias a las enzimas acrosina y tripsina que ayudan a penetrar esta zona.

La fecundación está dividido en tres fases.

Penetración de la corona radiada.- Aproximadamente entre 200 a 300 millones de espermatozoides son depositados en el cuello uterino, de los cuales sólo de unos 300 a 500 llegan al lugar de fecundación, pero solo 1 será capaz de fecundar al ovocito. Como se mencionó anteriormente, los espermatozoides sufren un proceso de acondicionamiento o capacitación para de este modo poder atravesar las células de la corona radiada sin dificultad.

Penetración de la zona pelúcida.- La zona pelúcida está cubierta por glucoproteínas que envuelven al ovocito secundario. Gracias a sus proteínas de zona es que se facilita y se mantiene la unión del espermatozoide y se induce la reacción acrosómica. Las enzimas acrosómicas (acrosina y tripsina) penetran esta zona para entrar en contacto con la membrana plasmática del ovocito.

Una vez que la cabeza de un espermatozoide establece contacto con la permeabilidad de la zona pelúcida, los gránulos corticales que recubren la membrana del ovocito liberan enzimas lisosomáticas que inactivan los receptores del ligando ZP3 de la reacción de zona para evitar la penetración de otros espermatozoides (poliespermia).

Fusión de las membranas celulares del ovocito y el espermatozoide.- Gracias a la interacción de las integrinas del ovocito y sus ligandos con las desintegrinas del espermatozoide, es que sucede una adhesión facilitada. Lo que permite que la membrana plasmática del ovocito se fusione con la membrana acrosómica del espermatozoide, permitiendo que la cabeza y cola entren en el citoplasma del ovocito y se desprenda la membrana celular del espermatozoide.

Una vez que las tres fases de la fecundación han tenido lugar, se reanuda la segunda división meiótica inmediatamente después de la entrada del gameto masculino, formando así el segundo corpúsculo polar. Los cromosomas del gameto femenino se disponen en un núcleo vesicular conocido como pronúcleo femenino que más adelante se va a fusionar con el pronúcleo masculino.

La embriogénesis es activada entonces por el espermatozoide. El núcleo de este último crece para formar el pronúcleo masculino (donde la cola es desprendida), y entrar en contacto con el pronúcleo femenino, Se comienza la síntesis de DNA para reestablecer el número diploide de cromosomas; con la mitad por parte de la madre y la otra mitad por parte del padre, y a la vez determinar el sexo del nuevo individuo. Finalmente, como resultado de la fecundación se da inicio a la segmentación.

Métodos anticonceptivos

Existen una variedad de métodos anticonceptivos, que podemos clasificar como hormonales y no hormonales.

Hormonales: anticonceptivos orales, píldoras anticonceptivas de emergencia (PAE), Anticonceptivos inyectables, Implantes y sistemas intrauterinos (SIU).

No hormonales: métodos de barrera, dispositivos intrauterinos (DIU), esterilización femenina y masculina, mètodo amenorrea de la lactancia (MELA), abstinencia periódica y coito interrumpido.

Los anticonceptivos hormonales previenen el embarazo actuando directamente en el hipotálamo y la glándula pituitaria al reducir la producción de las hormonas necesarias para el desarrollo folicular y la ovulación. El mecanismo de acción es el espesamiento del moco cervical, causado por la progestina, que actúa como barrera contra los espermatozoides, dificultando la entrada a la cavidad uterina. Otro efecto que se estimula en el endometrio, es su adelgazamiento, reduciendo así la probabilidad de que un óvulo fecundado se implante. Hay que tener en cuenta que una vez que se ha establecido

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