Arqueas y sus características

3.1. Arqueas y sus características

Las arqueas tienen una morfología celular prácticamente idéntica a las bacterias, pero

se han descrito morfologías cuadradas de nivel o células de tipo ameboide que son interesantes

para las arqueas. A pesar de no tener un núcleo y tener una asociación celular de tipo procariota

como las micobacterias, las propiedades subatómicas son más parecidas a las de las células

eucariotas (Vargas y Villazante, 2014). Una de las partes diferenciales de la zona Arqueal es la

presencia de lípidos de capa con enlaces éter, en lugar de enlaces éster (presentes en los lípidos

de Bacterias y Eucariotas) (Delgado, 2015).

En cuanto al divisor celular, la mayoría de las células de Bacterias y Arqueas tienen un

divisor para soportar altas tensiones, prevenir la lisis celular y dotar a la célula de forma e

inflexibilidad. Sin embargo, la parte más importante del divisor celular de las bacterias no está

presente en el divisor de las arqueas. Esta parte es el peptidoglicano. Esta ausencia hace que

las arqueas sean impermeables a las lisozimas y a la penicilina, ya que son especialistas que

borran o impiden la amalgama del peptidoglicano. La estructura divisoria celular más conocida

dentro de las arqueas comprende una capa superficial paracristalina, o capa S, formada por un

entrelazamiento de glicoproteínas y proteínas. Las capas S son extremadamente intensas y

podrían ser la parte principal del divisor celular. No obstante, la mayor parte del tiempo está

unida por diferentes partes, pero la capa S será siempre la que esté en contacto directo con el

clima exterior (Madigan et al., 2015).

Por otra parte, el curso del registro (mezcla de ARN de ADN como disposición) es

prácticamente el mismo en eucariotas y Arqueas. Las arqueas tienen una ARN polimerasa

solitaria y es básicamente la misma que la ARN polimerasa II eucariótica. Ambas tienen un

diseño más desconcertante que el bacteriano (IBIDEM).

Posiblemente la característica más llamativa es que un número importante de las

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especies que tienen cabida en el espacio arcaico son extremófilas. "Clima escandaloso" es un

término relativo, ya que para ciertos microorganismos ese territorio puede ser fundamental para

su giro. Las criaturas extremófilas son aquellas que se desenvuelven en esas condiciones, en

condiciones atroces para la mayoría de las especies, (por ejemplo, condiciones de alta

temperatura o salinidad) (Ramírez et al., 2006).

Es de esta manera intrigante que estas criaturas pueden fomentar donde otros seres

vivos no tendrían oportunidad de resistir. No obstante, no todas las arqueas son

microorganismos extremófilos y, a decir verdad, un gran número de ellas se desarrollan y se

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