Atención Gerontológica Centrada En La Persona Y Principios De Atención Gerontológica
Enviado por • 7 de Abril de 2015 • 652 Palabras (3 Páginas) • 316 Visitas
Universidad Nacional Experimental
Francisco de Miranda
Área Ciencia de la Salud
Programa de Licenciatura en Gerontología
Modalidad Semi Presencial
Unidad Curricular Atención en Servicio Gerontológico
Profesora Maika Bravo
ENSAYO
Atención Gerontológica Centrada en la Persona y principios de atención gerontológica.
Participante TSU Mary Prieto
La Atención Gerontológica Centrada en la Persona es un modelo de atención que asume, como punto de partida, que las personas mayores, como seres humanos que son, merecen ser tratadas con igual consideración y respeto que cualquier otra, desde el reconocimiento de que todas las personas tenemos igual dignidad. La atención centrada en la persona es un modelo de atención que busca y prioriza la calidad de vida de las personas mayores que precisan cuidados. Plantea una atención desde la profesionalidad y el conocimiento técnico pero poniendo en el centro de la planificación de los cuidados a la persona usuaria de los servicios. Partiendo de sus necesidades, pero sobre todo, garantizando sus derechos y respetando sus preferencias y sus deseos en la atención y en la vida cotidiana Las personas mayores en situación de fragilidad o dependencia son especialmente vulnerables a recibir un trato que no respete su dignidad. La definición de dignidad no es algo objetivo, al depender en último término de dónde cada persona sitúa la frontera sobre lo que considera digno o indigno. El concepto de dignidad lo delimitan los consensos sociales, los derechos recogidos en la legislación vigente, pero también los límites desde donde cada individuo conforma su propio concepto de dignidad. Orientar los servicios y centros a las personas usuarias no es algo imposible ni tampoco tiene por qué resultar muy complicado. Pero tampoco podemos llevarnos a engaños. Introducir cambios en la atención cotidiana como los aquí se sugieren, fundamentalmente en los recursos que llevan años funcionando desde otros modelos, conlleva una inequívoca apuesta por parte de sus responsables, a la par de voluntad y compromiso de los profesionales. Trabajar con las personas de una forma individualizada, promoviendo su autonomía y su independencia, protegiendo su privacidad, creando entornos significativos, incorporando a las familias y supeditando lo organizativo a las personas, lleva algo más de tiempo, demanda entrenamiento y hace necesario un proceso que secuencie la incorporación de las nuevas propuestas de una forma planificada, gradual y sensata. Hace necesario, cómo no, contar con recursos humanos suficientes y formados; pero también apela a una actitud de revisión individual, abierta al cambio y a la mejora, al trabajo en equipo, a la innovación y a la creatividad. Requiere, por tanto, esfuerzo organizativo y también esfuerzo personal, de cada uno de nosotros. Pero muchas personas mayores, familias, profesionales
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