Avispas: si no te gustan al menos debes admirarlas

Avispas: si no te gustan al menos debes admirarlas

¿Quieres saber la mejor manera de matar a una cucaracha?

Bueno, primero se debe inyectar una neurotoxina poderosa directamente en su celebro. Esto someterá a la cucaracha; No tratará de escapar y la doblegará a tu voluntad.

Después, corta una de sus antenas y bebe la sustancia viscosa que sale de esta. Para merendar, ya sabes.

Luego, llévalo a tu guarida arrastrándolo por el cepo, como un perro amarrado con una correa. Y (más tarde) entierra a este zombi en un hoyo.

Pero justo antes de cerrar la tumba, pon un huevo en el bicho. Tu descendencia tendrá el placer de comérselo vivo.

Al Dr. Gavin Broad le encantan estas historias sobre como las avispas parasitan a otros insectos. Él es el curador principal a cargo de la colección de insectos en el Museo de Historia Natural de Londres, lo que viene a decir que él dispone de un montón de material con el que trabajar.

Tiene un cajón tras otro de avispas, recogidas de todos los rincones del mundo. Vale, ya os puedo oír diciendo: "Odio a las avispas, aunque maten cucarachas". Pero si pasáis unos minutos con Gavin, os prometo que vuestras opiniones cambiarían.

Os maravillará la habilidad de las avispas y en muchos casos os asombrará (no os picará) su belleza.

Estas aniquiladoras de cucarachas, como por ejemplo la, Ampulex compressa^[1], tiene un exoesqueleto iridiscente extraordinario. Esto explica por qué a veces la llaman la avispa joya.

"Pero cada avispa es maravillosa", dice Gavin, mientras nos anima a ir más allá del enfoque social que nos han llevado a preferir a los escarabajos y a las abejas ("Las abejas son solo avispas peludas que se han vuelto vegetarianas").

Las avispas tienen su función en la naturaleza y no es fastidiar a los humanos durante el otoño. Ignoren a esas "chaquetas amarillas" que se emborrachan con la sidra en los campos de septiembre; ya que pronto se irán.

Esto no es así, en realidad las avispas tienen funciones muy útiles, una de las cuales es mantener a otros insectos a raya. Cualquier insecto que se os pueda ocurrir probablemente tenga alguna avispa que lo controle. Si este no fuese el caso, sería casi seguro que estaríamos usando más pesticidas de los que ya usamos en nuestras granjas.

Son las avispas parasitoides las que hacen este trabajo por nosotros y sus métodos -como los de la Ampulex compressa- son a menudo muy ingeniosos.

Me fascina una espléndida avispa europea - Rhyssa persuasoria (“avispa sable”). En parte, creo, porque no recuerdo haber visto uno en la selva que estas frecuentan los bosques británicos.

Tiene un oviscapto admirable. Se trata de una "aguja hipodérmica" multifunción que se sitúa en el extremo del abdomen y que, en este caso, duplica la longitud de la avispa hasta unos 8 cm.

La abeja Rhyssa caza las larvas de las moscas de sierra que se esconden bajo la corteza de los árboles. Cuando detecta una de estas larvas, utiliza el ovipositor para perforar las fibras de la madera, picar la larva y luego poner un huevo sobre esta. De nuevo, la avispa no mata inmediatamente a su objetivo; usa el veneno simplemente para inmovilizar a su presa.

“La clave del éxito de las avispas parasitoides es mantener su carne fresca” afirma Gavin.

Gavin me llama a la habitación de al lado, una abertura cavernosa llena de esas vitrinas de museo que se mueven sobre ruedas. Gavin sabe exactamente que cajón busca.

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