Biocombustibles

Los biocombustibles son recursos energéticos procesados por el ser humano a partir de biomasa, que pueden ser sólidos, líquidos o gaseosos y que tienen como última finalidad la liberación de la energía contenida en sus componentes químicos mediante una reacción de combustión. Estos recursos pueden ser de varios tipos y son comúnmente clasificados según el insumo o materia prima y a la tecnología empleada para producirlos. Debido a los avances de dichas tecnologías, esta clasificación se realiza por generaciones.

Los biocombustibles de primera generación son los que se obtienen, en mayor parte, de las partes alimenticias de las plantas, las cuales tienen un alto contenido de azúcares, almidón y/o aceites. Para producirlos se utilizan tecnologías convencionales como fermentación (bioetanol), transesterificación (biodiesel) o digestión aerobia (biogás).

Los biocombustibles de segunda generación corresponden a los obtenidos a partir de residuos agrícolas y forestales con contenido celulósico, los cuales son sometidos a procesos productivos más complejos como la sacarificación-fermentación o el proceso Fischer-Tropsch, para obtener productos como bioetanol, metanol o gas de síntesis. La principal ventaja respecto a los de primera generación es que en su elaboración no hay desviación de los recursos alimenticios provenientes de la agricultura, aunque comparativamente hay una menor ganancia respecto a la disminución de gases de efecto invernadero.

Adicionalmente se encuentran los biocombustibles de tercera y cuarta generación, que son producidos a partir de cultivos energéticos (exclusivos para la producción de energía) y de bacterias genéticamente modificadas respectivamente (19).

El bioetanol se define como alcohol etílico deshidratado, producido a través de la fermentación de biomasa rica en hidratos de carbono. Se puede emplear en motores de combustión interna, tanto como combustible único o mezclado con gasolina (20). Para dicho propósito, se debe utilizar un agente desnaturalizante que cambia las propiedades organolépticas del etanol excluyéndolo como producto para consumo humano (21). Como se mencionó anteriormente, el bioetanol se obtiene a través de la fermentación de los azúcares presentes en la biomasa. En caso que se obtenga a partir de residuos forestales y agrícolas, se clasifica como biocombustible de segunda generación y su proceso de obtención se puede resumir en las siguientes etapas:

a) Molienda del material (si es necesario)

b) Pre-tratamiento del material

c) Hidrólisis (o sacarificación)

d) Fermentación

e) Destilación

f) Deshidratación (22)

En caso de emplear bioetanol puro en un motor de combustión interna, éste debe estar diseñado específicamente para ello (21) y se puede utilizar con una pureza de 95% (alcohol hidratado)

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