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Bioenergetica


Enviado por   •  22 de Junio de 2014  •  2.997 Palabras (12 Páginas)  •  183 Visitas

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INTRODUCCION.

El ejercicio de la medicina de hoy demanda a los estudiantes de medicina una excelente preparación y poseer habilidades que le permitan conocer y diagnosticar a tiempo la severidad del compromiso de un enfermo; así que en la valoración de los pacientes y, como paso inicial a la exploración física, deben evaluarse correctamente los signos vitales (SV), esta cotidiana y permanente labor obliga a re inducir los conocimientos al respecto, para ligar lo práctico de una técnica depurada con una excelente propedéutica, encaminadas a la toma de decisiones pertinentes y coherentes con los hallazgos.

Los signos vitales constituyen una herramienta valiosa como indicadores que son del estado funcional del paciente. El registro de los signos vitales no debe convertirse en una actividad automática o rutinaria; los resultados deben ser el reflejo de la evaluación clínica confiable del paciente, y su interpretación adecuada y oportuna ayuda al médico a decidir conductas de manejo. Los signos vitales incluyen: Temperatura, frecuencia respiratoria, frecuencia cardiaca y presión arterial.

OBJETIVOS.

GENERAL.

 Identificar el conocimiento y cumplimiento de técnicas de medición de signos vitales.

 ESPECIFICOS.

 Descubrir cuáles son los signos vitales.

 Obtener información sobre su importancia clínica.

 Saber cómo se obtienen en la exploración física.

 Saber cuáles son sus valores normales.

SIGNOS VITALES.

Son aquellos signos que denotan el funcionamiento de los sistemas orgánicos más importantes del cuerpo humano, para el mantenimiento de la vida.

Los signos vitales son 4 y los conforman por: el Pulso o frecuencia cardíaca, la Temperatura, la Respiración, la Presión o Tensión arterial.

PULSO.

Es la onda pulsátil de la sangre, originada en la contracción del ventrículo izquierdo del corazón y que resulta en la expansión y contracción regular del calibre de las arterias.

La onda pulsátil representa el rendimiento del latido cardiaco, que es la cantidad de sangre que entra en las arterias con cada contracción ventricular y la adaptación de las arterias, o sea, su capacidad de contraerse y dilatarse. Asimismo, proporciona información sobre el funcionamiento de la válvula aórtica. El pulso periférico se palpa fácilmente en pies, manos, cara y cuello. Realmente puede palparse en cualquier zona donde una arteria superficial pueda ser fácilmente comprimida contra una superficie ósea.

FACTORES QUE VARIAN LA VELOCIDAD DEL PULSO (LATIDOS POR MINUTO).

Edad: el pulso sufre variaciones desde el momento del nacimiento hasta la madurez y la senectud.

Sexo: después de la pubertad el pulso es más lento en el hombre que en la mujer.

Ejercicio físico: la velocidad del pulso aumenta con la actividad física. En los atletas en reposo la frecuencia aparece disminuida (bradicardia) debido al gran tamaño y fuerza del corazón. Los atletas mantienen normalmente un estado de bradicardia.

Fiebre: aumenta el pulso por la vasodilatación periférica secundaria al ascenso de la temperatura.

Medicamentos: los medicamentos pueden afectar el pulso; algunos lo aumentan y otros lo disminuyen.

Hemorragias: la pérdida de sangre mayor de500 ml aumenta el pulso. La taquicardia es signo de anemia aguda.

Estado emocional: las emociones como el miedo, la ansiedad y el dolor pueden estimular el sistema simpático aumentando la actividad cardiaca.

PUNTOS ANATOMICOS PARA LA PALPACION DEL PULSO.

Pulso temporal: la arteria temporal se palpas sobre el hueso temporal en la región externa de la frente, en un trayecto que va desde la ceja hasta el cuero cabelludo.

Pulso carotídeo: se encuentra en la parte lateral del cuello entre la tráquea y el músculo esternocleidomastoideo. No se debe ejercer presión excesiva porque produce disminución de la frecuencia cardiaca e hipotensión. Tampoco, se debe palpar simultáneamente en ambos lados para evitar la disminución del flujo sanguíneo cerebral o, aun, paro cardiaco.

Pulso braquial: se palpa en la cara interna del músculo bíceps o en la zona media del espacio antecubital.

Pulso radial: se palpa realizando presión suave sobre la arteria radial en la zona media de la cara interna de la muñeca. Es el método clínico más usado.

Pulso femoral: se palpa la arteria femoral localizada debajo del ligamento inguinal.

Pulso poplíteo: se palpa realizando presión fuerte sobre la arteria poplítea, por detrás de la rodilla, en la fosa poplítea.

Pulso tibial posterior: se palpa la arteria tibial localizada por detrás del maléolo interno.

Pulso pedio: se palpa la arteria dorsal del pie sobre los huesos de la parte alta del dorso del pie.

RECOMENDACIONES PARA LA VALORACIÓN DEL PULSO.

• El pulso se valora mediante la palpación utilizando la porción distal de los dedos índice y corazón. En el caso de los pulsos pedio y tibial posterior, se utiliza la mano derecha para palpar los pulsos en el pie izquierdo, y viceversa.

• El pulso cardiaco apical, y los tonos cardiacos, se valoran mediante auscultación con fonendoscopio.

• Palpar cada pulso en forma individual y evaluar frecuencia, ritmo, amplitud y contorno, y en forma simultánea para detectar cambios en la sincronización y la amplitud. Comparar los pulsos de las extremidades del mismo lado y del contralateral con el fin de detectar variaciones. Los pulsos asimétricos sugieren oclusión arterial.

• El paciente debe adoptar una postura cómoda y relajada.

• La enfermera debe verificar si el paciente ha recibido medicamentos que afectan la frecuencia cardiaca.

• Si el paciente ha realizado actividad física, es importante esperar entre 10 y 15 minutos antes de controlar el pulso.

CARACTERISTICAS DEL PULSO.

• Frecuencia: número de latidos por minuto.

• Ritmo: el ritmo normal es regular. La irregularidad está asociada con trastornos del ritmo como fibrilación auricular. El pulso regular con pausas (latidos omitidos) o los latidos adicionales reflejan contracciones ventriculares o auriculares prematuras.

• Volumen o amplitud: es la calidad o fuerza de la sangre en cada latido. Se habla de amplitud normal, cuando el pulso es fácilmente palpable, no desaparece de manera intermitente y todos los pulsos son simétricos, con elevaciones plenas, fuertes y rápidas.

El pulso disminuido, débil, filiforme o hipoquinésico: se asocia con disfunción

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