Biotoxinas Marinas

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Las biotoxinas marinas representan una amenaza importante y creciente para la salud humana en muchas zonas del mundo. El impacto se manifiesta como intoxicaciones en los seres humanas que incluso pueden conducir a la muerte, en mortandades masivas de mariscos o pescados y en la muerte de animales y aves marinos por ingerir mariscos o pescados contaminados.

Las microalgas tienen una plasticidad increíble para colonizar las distintas zonas, estas son las encargadas de producir estas toxinas que no están diseñadas para causarnos un problema sino de encontrar la manera de convivir en el ambiente de tal manera de poder subsistir frente a la necesidad de nutrientes.

En la cadena trófica, muchas especies que se encuentran en el mar no comen microalgas, pero si contienen la toxina al realizarle estudios, por ejemplo, Los Locos (Concholepas concholepas), ellos comen Choritos (Mytilus sp) que si se alimentan de microalgas, y a través de este camino es como se van traspasando las biotoxinas, si bien existe depuración natural, hay muchas especies que aún no son capaces de hacerlo.

En Chile, existen tres síndromes de toxinas conocidos: El Amnésico (se pierde la memoria), Las Paralizantes (generan parálisis que parte por adormecimiento de la boca y pude terminar hasta en un parálisis respiratorio causando la muerte) y las otras son las Diarreicas (produce cuadro de diarrea, no causa la muerte). Los tres síndromes son un riesgo y hay que desarrollar nuevas técnicas para detectarlos, los métodos actuales que se utilizan para la detección de las toxinas no cubren toda la demanda.

Las microalgas y las toxinas que ellas producen son todas distintas y complejas como para que uno pueda sintetizarlas en un laboratorio. En la naturaleza, dependiendo del ambiente, del especio o con quien compitan pueden producir una gran diversidad de biotoxinas sobre todo las carboxiladas que cuentan con muchos radicales y variaciones.

Los casos fatales por biotoxinas son bajísimos, pero las pérdidas monetarias no, es por esto por lo que la detección es importante. Los sistemas que permiten la detección de las toxinas, en las paralizantes es por ensayo ratón, ya prohibido en la Unión Europea, el hplc masa-masa que es carísimo en Chile hay uno en el Instituto de Salud Pública para darle soporte a todas las regiones que no cuentan con su propio sistema de detección analítica (que esta malo hace 6 meses), existen laboratorios que hacen detección pero que tampoco dan abasto.

Los sistemas analíticos requieren de la toxina estándar y no siempre es posible obtenerla ni identificarla cuando ya está dando un problema. En cambio, el método biológico, si esta la biotoxina se va a morir (caso ensayo ratón).

Dentro de los métodos alternativos está el de las células, que si se conoce el sitio de acción se sabe cómo hacerlo cuantitativo, usando colorantes y llevando los resultados a semicuantitativos, que permitiría aumentar el número de análisis y abaratando costos.

El alimentar con microalgas los choritos, estos son capaces de almacenar gran cantidad de biotoxinas, sus emocitos que son las células circulantes de sistema inmune y que tienen otras funciones eran capaces de ir a los tejidos donde se acumulaban la toxina y formaban una barrera para eliminarlas. Se sacaron emocitos y se cultivaron para ver si había una señal del sistema inmune para ver si reaccionaba ante un agente patógeno y de esta forma analizar fluorescencia con inhibidores y en distintos tiempos. Y efectivamente la fagocitosis se ve inhibida en un momento, pero después se recuperan. Los genes también se analizaron para ver como se encienden ante la identificación de un patógeno.

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