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CONTROL ELÉCTRICO DEL CORAZÓN


Enviado por   •  19 de Mayo de 2015  •  Tesis  •  2.034 Palabras (9 Páginas)  •  178 Visitas

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EL MARCAPASOS

colocacion del marcapasosCON EL TÉRMINO MARCAPASOS se hace referencia a una serie de aparatos que provocan descargas eléctricas rítmicas y que se utilizan para estimular la contracción del miocardio en sujetos afectados por trastornos del ritmo cardíaco. Una sofisticada tecnología ha miniaturizado tales aparatos y prolongado su autonomía.

El marcapasos es un dispositivo que estimula eléctricamente al corazón para que se contraiga cuando un proceso patológico impide el "control eléctrico" fisiológico de las pulsaciones cardíacas.

CONTROL ELÉCTRICO DEL CORAZÓN

tamaño del marcapasosLas pulsaciones del corazón son inducidas por un conjunto de centros, llamados "nodulos", y de haces constituidos por fibras musculares específicas situadas en el espesor de la pared del corazón; dicho sistema es el encargado de la contracción rítmica de aurículas y ventrículos.

El centro generador de los impulsos recibe el nombre de "nodulo de Keith-Flack" y está situado en la pared auricular derecha, junto a la desembocadura de la vena cava superior; el impulso que se ori- gina en dicho nodulo es transmitido al secto interauricular, denominado "nodulo de Tawara", del que parte un importante haz, llamado "haz de His", que se subdivide en dos ramas, una derecha y otra izquierda, cada una de las cuales se divide a su vez en finísimas derivaciones que cumplen la función de conducir el estímulo nervioso hasta las paredes ventriculares.

De esta forma, el impulso que se origina en el nodulo de Keith-Flack se extiende en muy poco tiempo a todo el músculo cardíaco.

Este delicado mecanismo de conducción de los impulsos cardíacos puede sufrir procesos patológicos de distinto origen (lesiones coronarias arterioescleróticas, luéticas o reumáticas, cicatrices por procesos inflamatorios, etcétera) que provocan una disminución de eficacia o una interrupción de la propagación de los impulsos, fenómenos que en clínica se conocen con el nombre de bloqueos.

En los casos graves, se habla de síndrome de Morgagni-Stokes-Adams, que responde a la interrupción completa del estímulo de aurículas a ventrículos, es decir, a una momentánea parada del corazón. En las paradas mas cortas de la actividad ventricular, las crisis sincópales se presentan en forma de perdida momentánea del conocimiento, palidez y súbita recuperación del conocimiento y del color; en efecto, el sistema de conducción del corazón permite que, mientras tanto, entren en funcionamiento en el miocardio otros centros que inducen a los ventrículos a reanudar su actividad, aunque a un ritmo mas lento. En las casos más graves, tras una sensación de vértigo y de enorme debilidad, el enfermo se cae, pierde el conocimiento y puede presentar sacudidas musculares en la cara y las manos, así como movimientos convulsivos.

La pérdida de conocimiento se debe a la anoxia (ausencia de oxigeno) cerebral. Si la actividad del ventrículo queda restablecida, se recupera también el conocimiento, así como la coloración normal de la piel; si el paro cardíaco se prolonga mas alla de cierto límite, sobreviene la muerte. En caso de emergencia se recurre al marcapasos externo, manteniendo bajo control, mediante el osciloscopio, la contracción del corazón.

INDICACIÓN

Cuando se repiten dichas crisis, se hace necesaria la aplicación de un marcapasos. Cabe recordar asimismo que, después de cada síncope, el corazón vuelve a latir, pero con una frecuencia cada vez menor, hasta que en un determinado momento el ritmo cardíaco resulta insuficiente para las necesidades del organismo. Se puede tratar de instaurar un tratamiento a base de medicamentos, pero el corazón no siempre se ve beneficiado por éste.

El marcapasos no es otra cosa que un estimulador eléctrico del corazón. Existen distintos tipos (de pilas, tipo transistor, etcétera), pero en definitiva consiste en una caja que alberga un generador de corriente eléctrica y que queda alojada en la pared torácica o abdominal; de dicha caja parten dos cables, cuyos extremos, los electrodos, se fijan sobre la superficie del corazón o en el espesor del miocardio, hasta donde conducen la corriente eléctrica. Es también posible colocar los electrodos en las mismas cavidades del corazón, usando catéteres introducidos por vía venosa.

CÓMO SE APLICA

Si se desea poner al descubierto el ventrículo izquierdo, se abre el tórax por la región izquierda y si lo que se quiere es acceder al ventrículo derecho se abre la caja torácica por debajo del esternón. Aparece entonces el pericardio, que se abre también ampliamente con objeto de dejar a la vista la superficie ventricular. A continuación, se procede a la implantación de los dos electrodos en el ventrículo a la vista. Seguidamente, habrá que crear una bolsa en el espesor del tejido subcutáneo del abdomen: en ella, se introduce la caja a la que van conectados los electrodos, que en su recorrido del corazón a la caja, es decir al aparto estimulador, no afloran nunca a la superficie de la piel, sino que siguen un recorrido subcutáneo. El marcapasos que permite una estimulación "endocavitaria" está constituido, no sólo por el aparato estimulador, sino también por una sonda que contiene el electrodo: esta sonda es introducida en el ventrículo derecho a través de la vena yugular externa y la vena cava superior; la caja que contiene el estimulador se implanta en cambio bajo la piel de la región pectoral. La ventaja de tal metodología radica en que no requiere la apertura del tórax y del pericardio; parece ser, por otro lado, que los resultados son tan brillantes como los obtenidos mediante el empleo del marcapasos con electrodos colocados en el espesor ventricular. La única desventaja es la posibilidad de una pérdida de contacto entre la punta estimulante del catéter y su superficie endocárdica. En cualquier caso, tanto en una como en otra modalidad, el ritmo cardíaco es sustituido por un ritmo artificial, generado por un marcapasos: el impulso es conducido en primer lugar al ventrículo, en correspondencia con la zona de implante de los electrodos, y desde aquí se propaga a todo el corazón. Este mantenimiento eléctrico del ritmo cardíaco, aun siendo de frecuencia fija, es bien tolerado tanto en condiciones de reposo como de ligero ejercicio físico. La duración media de los modelos que funcionan con pilas es de 2-3 años (no más

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