CRISIS FINANCIERA
Enviado por andreacperez • 8 de Marzo de 2012 • 1.483 Palabras (6 Páginas) • 583 Visitas
CRISIS FINANCIERA DE 2008
La crisis financiera de 2008 se desató a causa de dos grandes fenómenos económicos que son: el colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos en el año 2006 y la llamada crisis de las hipotecas subprime. Así la principal responsabilidad del Estado recae en el momento en que dejó de regular el mercado, en la medida que aumentaba el trabajo productivo, sus salarios descendían, y para lograr consumir al mismo ritmo era necesario endeudarse, esta práctica fue estimulada irresponsablemente por los bancos que no consideraron los factores de riesgo frente a una promesa de pago difícil de sostener a largo plazo.
BURBUJA INMOBILIARIA Y LA CRISIS DE LAS HIPOTECAS
La base de la burbuja especulativa habría sido un desarrollo excesivo del crédito, favorecido por los bajos tipos de interés que se establecieron en las principales economías del mundo, principalmente en Estados Unidos, donde tras los atentados del 11 de Septiembre de 2001, se disminuyeron los tipos de interés con el fin de evitar una crisis económica, e incentivar así nuevamente el consumo y la producción por medio del crédito.
Esta situación explotó la burbuja como a finales de los años 90, provocó una masiva fuga de dinero que buscaban rentabilidades seguras, una huida de capitales de inversión tanto de las instituciones financieras como de las familias, en dirección a los bienes inmuebles y la combinación de estos hechos dio lugar a la aparición de una gran burbuja inmobiliaria que tenía como principal característica una gran liquidez.
En Estados Unidos el mercado inmobiliario aportaba grandes beneficios a los inversores, y esto contribuyó a una elevación de precios de los bienes inmuebles, por tanto, de la deuda. Este hecho provocó inflación, pues si bien es cierto, una de sus consecuencias es la distribución de la renta y la riqueza, es decir, los bancos pedían préstamos para poder conceder créditos, el elevado aumento de los precios, llevó a un aumento de la inflación, lo que duplicó los salarios y las rentas, pero la cuota del crédito seguía siendo la misma, aunque su coste real era menor, es decir, los bancos se empobrecieron, porque el capital que recibían del pago de las deudas eran menor que lo que en realidad prestaron.
La situación comenzó a cambiar a partir de 2004, cuando la Reserva Federal de los Estados Unidos comenzó a subir los tipos de interés para controlar la inflación.
Desde ese año hasta el 2006 el crecimiento del precio de la vivienda comenzó a descender sostenidamente y sus ventas cayeron. Las ejecuciones hipotecarias (orden de vender los bienes inmuebles gravados con hipoteca por incumplimiento del deudor de las obligaciones garantizadas con la hipoteca) debidas al no pago de la deuda crecieron, y numerosas entidades comenzaron a tener problemas de liquidez para devolver el dinero a los inversores o recibir financiación de los prestamistas, esto llevó a la quiebra a muchas entidades hipotecarias en menos de un año.
La crisis inmobiliaria se trasladó a la bolsa, pues la burbuja inmobiliaria causó especulación, lo que llevó al índice NASDAQ (el cual detalla acciones de más de 7,000 empresas de alta tecnología en electrónica, informática, telecomunicaciones y biotecnología) a crecer. Las empresas de alta tecnología arrastraron al resto de la economía y el índice Dow Jones subió.
Como los bancos vieron que su negocio ya no era rentable, sus ventas decaían ante los bajos tipos de interés en los mercados internacionales, pues estos otorgaban tanto préstamos como depósitos a bajo interés, lo que producía que sus márgenes de ganancias disminuyeran. Tomaron como iniciativa para solucionar esta pérdida de negocio, dar a sus clientes préstamos más arriesgados que fueron denominados subprime (tipo especial de hipoteca), por los cuáles cobraban más intereses y así lograban multiplicar el número de operaciones.
Este tipo de créditos más arriesgados buscaban un tipo de clientes llamados Ninja, clientes que no contaban con ingresos, trabajo y ni siquiera activos con los cuáles poder respaldar su deuda, así los bancos podrían cobrarles más intereses para poder equiparar el mayor riesgo que éstos corrían.
Igualmente los bancos aprovecharon el boom inmobiliario, pues de ésta manera otorgaban hipotecas mucho más caras al valor real de la casa, es decir, en poco tiempo las casas iban a valer más.
Los créditos más arriesgados se justificaban con el hecho de que como la economía americana iba muy bien y permitía a la gente encontrar trabajos rápidamente, incluso trabajos ocasionales, con los cuáles se podían pagar las cuotas. Iba tan bien ésta economía
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