Caso: ADDOX y el Anestésico contaminado

Caso:

ADDOX y el Anestésico contaminado

Hace cuatro días, en lo que parecía ser una cirugía de rutina, que tomó alrededor de 25 minutos,  una paciente de cuatro años de edad fue intervenida de una fractura del cúbito  que sufrió por una caída en su colegio. El acto quirúrgico se cumplió en la Policlínica El Trigal, de Valencia.  Su recuperación  no debía presentar mayores complicaciones, pero la pequeña nunca despertó, a causa de un edema cerebral.

El principal sospechoso de haber causado su muerte fue el fármaco que se usó para anestesiarla, un producto utilizado en la mitad de las cirugías que se practican en el país, el SEVOFLURANE, conocido con el nombre comercial de SEVORANE,  fabricado por los laboratorios norteamericanos  ADDOX. Este producto es líder en el mercado de los anestésicos con fines quirúrgicos, con una participación de mercado de más del 60 por ciento. ADDOX es el tercer laboratorio farmacéutico del mundo, con actividad en más de 116 países y opera en Venezuela desde 1951.

Las primeras versiones, que recogió ampliamente la prensa de ayer y de hoy indicaban que el producto estaba adulterado,  pero los puntos  de  vista  públicos y  contradictorios  entre los directivos de la policlínica y del Ministerio deL Poder Popular para la Salud, que ya actuado, ponen en severa tela de juicio la responsabilidad del fabricante.

La declaración que aparece en la prensa de hace dos días, dada por funcionarios del MPPS, en conjunto con un representante de la Sociedad Venezolana de Anestesiología,  sugirieron que el producto era un “ilícito”, es decir, un fármaco adquirido fuera de la cadena normal de comercialización de medicamentos; una práctica que, reconocieron, se ha convertido en auténtico “problema de salud pública”.

Sin embargo, los dueños del centro médico le salieron al paso ayer a esas declaraciones y dieron su propia explicación de lo ocurrido. Presentaron a la prensa copia de una factura por 9,8 millones de bolívares, cancelada directamente a laboratorios ADDOX, según la cual compraron 18 frascos de SEVORANE, pertenecientes al lote HDD2533BDB, uno de cuyos envases fue utilizado, según indican, para anestesiar a la niña fallecida.  Agregaron asimismo que la muestra del producto usado, junto al vaporizador (también fabricado por ADDOX) fue decomisada, según consta en acta, por representantes del MPPS, para la realización de los estudios correspondientes en el laboratorio de toxicología de la Facultad de Farmacia de la UCV.

Los representantes de la clínica y sus abogados expresaron asimismo que lo sucedido es algo inédito en los 30 años de funcionamiento del hospital privado que hace unas siete mil cirugías al año.

Añadieron que para anestesiar a la paciente se utilizó una máquina de última generación que posee el centro médico, la cual tiene capacidad para monitorear signos vitales y determinar la profundidad del estado de inconciencia. Sin embargo, dijeron, el equipo, ni ningún otro, por más moderno que sea,  puede determinar la adulteración de  un químico mientras conserve rastros del original.

Los dueños de la clínica expresaron además  que dos empleados del laboratorio visitaron en la tarde de anteayer las instalaciones para retirar los frascos de anestésico utilizados o por utilizar, así como los vaporizadores, para sustituirlos por otros. A ello se negaron rotundamente en la clínica.

El presidente de la clínica declaró también ayer que no era la primera vez que en el mundo se conocen complicaciones con el SEVORANE. Citó  en apoyo a sus afirmaciones una carta de un doctor de nombre Beverly Collins, del Lincoln Medical Center de EEUU, publicada  en 1997 en el sitio web WWW.gasnet.org, según la cual se habían registrado a nivel mundial cinco casos de edema pulmonar y cerebral  como consecuencia del uso del SEVORANE como anestésico que presentó contaminación.

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