Caso Semmelweis

En marzo de 1847, después de un viaje por Italia, al reintegrarse a su puesto se enteró de la muerte de su amigo y profesor Jacob Kolletschka, quien se había infectado al sufrir una cortada durante una autopsia. Al analizar los datos de la autopsia practicada a Kolletschka, Semmelweis obserivó que eran iguales a los encontrados en la fiebre puerperal, y concluyó que se trataba de la misma enfermedad. Entonces dedujo que los obstetras y los estudiantes, después de hacer disecciones en cadáveres, transportaban en sus manos pequeñas “partículas cadavéricas” y las introducían en las parturientas al hacer la exploración vaginal.

Estas partículas eran “absorbidas por los tejidos sanos” y se iniciaba el proceso de “envenenamiento de la sangre”, es decir, la infección y, consecuentemente, la sepsis.

De esa forma concluyó que la transmisión se debía a que las manos de los médicos servían como vía de transmisión del material orgánico en descomposición.

Para resolver el problema, a finales de mayo de 1847 Semmelweis obligó a todos los médicos y estudiantes a lavarse las manos con una solución del cloruro de calcio después de las disecciones y antes de entrar a la Sala I a explorar a las pacientes. A partir de esa fecha, los casos de fiebre puerperal y la mortalidad disminuyeron de manera importante.

Semmelweis inició la tarea de difundir el uso de la antisepsia en la sala de partos. En este intento fue apoyado por sus amigos, los profesores Skoda, Hebra y Rokitansky, pero los enemigos de Semmelweis eran los mismos formidables enemigos que desde siempre han plagado el camino de las interacciones humanas: la envidia, los celos profesionales, la intriga, el racismo y el miedo a lo nuevo impidieron a muchos médicos reconocer la magnitud del descubrimiento. Decepcionado, en octubre de 1850 regresó a su ciudad natal y ahí, después de años de lucha académica en el Hospital de San Roque, documentó su conocimiento del tema en una obra monumental de 544 páginas titulada La etiología, el concepto y la profilaxis de la fiebre puerperal (Die Aetiologie, der Begriff und die Prophylaxis des Kindbettfiebers).

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