Colapsos En Salud pública

Colapsos en Salud pública

Los problemas que enfrenta el ciudadano paraguayo, que no posee un seguro médico, a la hora de recibir una atención digna son un caos por las carencias no solo de infraestructura sino hasta de insumos y de calidad humana por parte de los funcionarios del MSP y BS.

Las enfermedades no descansan en un país que se ve rebasado, a la hora de pretender satisfacer a una población que creció desmedidamente en las últimas décadas. No pensar en las futuras generaciones y en un plan de contingencia fue un pecado que ve sus consecuencias hoy.

Diversos son los factores que ayudan a proliferar rápidamente las afecciones de turno según las estaciones del año:

El problema del dengue estigmatiza a la población apenas comienza el año en verano. Con sus síntomas respiratorios y conocidas consecuencias mortales, el paciente que lo posee, debe ser internado y tratado con urgencia. Tratamiento que en la realidad se evita por la falta de camas en hospitales y centros de salud. Todo se pretende resolver recetando Para-z-mol y reposo por parte del equipo médico. Son órdenes que se ven obligados a obedecer por las autoridades máximas por más de que no sea la manera de encarar la enfermedad. La vida del paciente pasa a un segundo plano.

Otro factor no menor con respecto al tema ¨Dengue¨, es la falta de concientización ambiental en la ciudadanía. Las malditas costumbres de hacer caso omiso a limpieza pública, delata la mentalidad tercermundista de nuestro pueblo.

El frío y corto invierno paraguayo, que no quiere decir que sea bondadoso, no viene solo, sino que sorprende de nuevo a la escasa preparación del Ministerio de Salud. Como toda afección respiratoria tiene sus causas, entre ellas el aire contaminado de las ciudades y la exposición a los mismos. Nuevas investigaciones revelan que contraemos la gripe generalmente en invierno ya que pasamos más tiempo en lugares cerrados con las personas.

La atención médica sigue siendo la misma sea cual sea la enfermedad de temporada, las instrucciones recibidas de arriba son las mismas y las consecuencias siguen el mismo curso desde hace años. Preparar un plan de salud que logre satisfacer a la ciudadanía en Paraguay hasta parece un tabú o quizás esté prohibido en algún artículo de la constitución. Pero las necesidades no callan, así como la muerte que sacude a este frágil sistema poco estructurado y que ha colapsado.

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