Combustibles Verdes Vs. Combustibles fósiles
Enviado por mariale594 • 1 de Octubre de 2014 • 1.310 Palabras (6 Páginas) • 377 Visitas
COMBUSTIBLES VERDES VS COMBUSTIBLES FÓSILES
Actualmente, vivimos en un mundo completamente dominado por la energía. Producimos y consumimos energía no sólo para calentarnos y alimentarnos, sino también para entretenernos, para ampliar nuestros conocimientos, para construir nuestros mundos y, sobre todo, para desplazarnos.
Dichos desplazamientos han sido necesarios desde el inicio de los tiempos y se realizaban en un principio por medio de animales y con el desarrollo del hombre se han dominado técnicas más sofisticadas como el uso de combustibles principalmente fósiles, pasando por el carbón, el petróleo, el gas natural, entre otros.
El Director General de Industria, energía y Minas de Madrid afirma que nuestra movilidad, durante más de un siglo, “ha dependido completamente del petróleo. De los 900 millones de coches, camiones y demás vehículos que circulan por el planeta, más del 90% consumen para su accionamiento derivadas del petróleo y, aparentemente, esto seguirá siendo así hasta que aparezcan otros sistemas económicamente más atractivos” .
Los combustibles fósiles son fuentes de energía que provienen de los restos de plantas y animales. Se necesitan millones de años para que se formen. Según la EPA, el 86 por ciento del consumo mundial de energía provienen de combustibles fósiles. Hay tres combustibles fósiles: petróleo, gas natural y carbón. El carbón es el más abundante y el menos caro. Los combustibles fósiles presentan dos problemas importantes :
1. Son fuentes no renovables de energía. Con el tiempo se han agotado.
2. La quema de combustibles fósiles tiene efectos perjudiciales sobre la salud humana y el medio ambiente. Estos factores han inspirado la investigación de formas alternativas de energía.
Dentro de los impactos generados por el uso de estos tipos de combustibles encontramos residuos volátiles que pasan a la atmósfera: dióxido de carbono, vapor de agua, óxidos de azufre (SOx), óxidos de nitrógeno (NxOy), hidrocarburos y partículas sólidas. Además de la emisión de dióxido de Carbono (CO2) que, aunque sea utilizado por las plantas en su proceso de fotosíntesis y otra parte se disuelva en el agua de los mares y océanos, el dióxido de carbono restante se acumula en la atmósfera, aumentando su proporción progresivamente en el transcurso de los años y por procesos químicos se conserva más eficazmente el calor del Sol (efecto invernadero) y la temperatura de la atmósfera se eleva proporcionalmente al aumento de CO2, lo que se puede traducir en alteraciones climáticas importantes.
De acuerdo al grupo -Ecologistas en Acción -, la cantidad de CO2 emitida, si atendemos únicamente al tipo del vehículo y no a la forma de conducción, depende de la cantidad de energía necesaria para circular y de la eficiencia del motor. La cantidad de energía necesaria depende del peso del vehículo y de su potencia. Por tanto, a mayor potencia y mayor peso, mayor consumo de combustible y mayores emisiones de CO2.
Según Unidad de inteligencia Estratégica Tecnológica – UIET (2012)
La presión por la conservación medioambiental del planeta ha apalancado en los últimos años la incursión de los vehículos eléctricos en el mercado mundial y generado grandes expectativas en los consumidores que abogan por un aire más limpio. De igual forma, ha incentivado a las empresas procesadoras de combustibles fósiles a explorar nuevas alternativas de combustibles limpios que sean igualmente eficientes a los tradicionales. Esto lleva a intuir que el desplazamiento de los combustibles fósiles por energía eléctrica en el sector transporte puede tener un impacto económico importante .
Sin embargo, estudios realizados cuestionan la efectividad y sustentabilidad del uso de vehículos eléctricos y sus beneficios ambientales. “Mientras que la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos asegura que esta tecnología podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 80% para 2050” citado por Universia Colombia. La Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología afirma que “la energía empleada para fabricar masivamente los vehículos eléctricos y los materiales necesarios para producir las baterías, pueden contribuir hasta el doble en el calentamiento global en
...