Concepto y tipos de coloides
Enviado por nayecast • 8 de Diciembre de 2012 • Ensayo • 451 Palabras (2 Páginas) • 584 Visitas
Sin embargo las espumas, como en el caso de la cerveza, el jabón, la crema de afeitar, etc., no siempre son tan agradables ni deseables. ¡Imagínese el lector lo que pasaría en los cilindros del motor de su automóvil si al ponerlo a funcionar el aceite produjera espuma! Posiblemente su acción lubricante se vería mermada y el desgaste de las piezas aumentaría considerablemente. Así pues, en muchos casos semejantes ciertos agentes estabilizadores deben agregarse a un material para evitar la formación de espuma.
La forma más socorrida, y también la más cara, de generar una espuma es la que se observa al abrir una cerveza y verterla en un vaso, el método de los aerosoles. Está basado en la presencia de un líquido espumoso, agua por lo común, y un agente que induzca la formación de espuma, casi siempre un gas disuelto en el líquido a presión alta. En la cerveza y los refrescos gaseosos, el agente que induce la formación de espuma es el bióxido de carbono (CO2).
El agua se pone en presencia de una sustancia que tenga la propiedad de inducir un cambio energético favorable que aumente el área superficial, permitiendo así que las moléculas del agente espumante pasen por el líquido y formen la interfase gas-líquido característica de la espuma. A esta sustancia se le llama un surfactante, ya que se acumula en la superficie induciendo la formación de espuma. En otro método muy usado, el líquido espumoso y un gas se fuerzan a fluir a través de una columna empaquetada con obstáculos como bolitas de vidrio o de acero inoxidable. En la superficie de estos obstáculos se forman películas delgadas de líquido que el gas infla para formar burbujas. También se puede formar espumas de baja densidad usando generadores de aspiración de aire mecánicos o de otra índole. En los últimos, el líquido espumoso se rocía sobre una malla de metal perforado sobre la cual sopla un generador de aire, en tanto que en los primeros el flujo de aire requerido para hacer la espuma está inducido por el propio sprayo rociador del líquido.
En general hay dos clases de coloides, los liófilos o amantes de solventes y los lifóbicos o repelentes de solventes. A los primeros se les suele llamar geles y a los segundos sols. Los coloides liofílicos son sustancias que ordinariamente son solubles y se forman permitiendo que el solvente permanezca en contacto con el material sólido. Tal es el caso de la gelatina en presencia de agua (¡un poco caliente!). Los coloides liofóbicos son insolubles, pero pueden "dispersarse" en el solvente usando métodos artificiales. Los ejemplos que dimos al inicio de éste capítulo, como algunas medicinas, pinturas, el azufre, etc., dan lugar a los sols.
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