Conclusion

7. Informar e implicar a los padres

8. Utilizar las nuevas tecnologías

9. Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la profesión

10. Organizar la propia formación continua

Como opinión personal, la gran responsabilidad para favorecer un proceso de cambio en la educación media superior descansa en dos actores principales:

1.- EL ALUMNO.

El estudiante tiene la responsabilidad de comprometerse consigo mismo, con su institución y con la sociedad en general en obtener un aprendizaje eficaz, y para ello debe trabajar en colaboración con sus compañeros. Dejará de ser pasivo para convertirse en un actor activo dentro de este nuevo enfoque, construyendo una propia visión del mundo que lo rodea y de la vida en sí, a partir de su criterio autóctono.

Los maestros debemos dominar los contenidos, los fundamentos y los saberes de cada una de las asignaturas que impartimos, trabajar de acuerdo al contexto donde nos desarrollamos, comprender la diversidad cultural y social existente en nuestro medio y poseer las técnicas pedagógicas adecuadas para la enseñanza en donde nos desempeñamos, siempre de manera activa y colaborativa. Estar consientes además, de que nunca dejamos de ser aprendices permanentes e innovadores en su práctica docente.

Tenemos que ser promotores de la apertura, la curiosidad, la motivación y la comprensión a los temas que resultan nuevos y diferentes para nuestros estudiantes, además de que debemos propiciar un clima laboral de respeto y cordialidad con sus alumnos, fortaleciendo el desarrollo y la construcción de aprendizajes significativos y colaborativos. Para lograr cambios positivos en la educación se hace indispensable que los docentes abandonemos en buena medida nuestro papel de protagonista informador, expositor y de transmisor de conocimientos. Por lo tanto hay que romper con muchas prácticas de la didáctica tradicional, tan ampliamente usadas hasta nuestros tiempos.

Necesitamos considerar la importancia del desempeño laboral que tenemos como educandos, en base a ello, se considera que para favorecer esta reforma es necesario mantener un interés constante y una mentalidad abierta a las diferentes modalidades educativas que surjan a partir de las diversas necesidades sociales. Fomentar la actitud de cambio en los alumnos y actualizarnos con nuevas técnicas de enseñanza que motiven su desarrollo educacional, arrojará como resultado, alumnos capaces de desarrollarse activa y positivamente en cada una las etapas posteriores de sus vidas.

Importante resulta también llevar al contexto cada una de las competencias genéricas, disciplinares, profesionales y docentes que la reforma ofrece.

Indispensable es entonces, que nosotros los docentes participemos en el incremento de la calidad de nuestros estudiantes, comprendiendo, valorando e

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