“Conocimiento y aceptación de la prueba diagnóstica Papanicolaou en las mujeres de una comunidad rural en Yucatán.”

ÍNDICE

ANTECEDENTES.................................................................................... pág.

JUSTIFICACION.....................................................................................  pág.

PROBLEMA…….....................................................................................  pág.

HIPOTESIS………................................................................................... pág.

OBJETIVOS ............................................................................................ pág.

MATERIAL Y MÉTODOS .......................................................................  pág.

RESULTADOS ........................................................................................ pág.

ANÁLISIS Y DISCUSIÓN ........................................................................ pág.

CONCLUSIÓN .......................................................................................  pág.

BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................  pág.

ANEXO……………………………………………………………………..…. pág.

ANTECEDENTES

Mundialmente se presentan al año 8.7 millones de casos nuevos, 3.3 millones en países desarrollados y 5.4 millones en países en vías de desarrollo. Es la primera cusa de muerte por cancer en mujeres. En el periodo del año 1990 al 2000 ocurrieron 48,761 defunciones por CACU, lo que representa un promedio de 12 mujeres fallecidas cada 24 horas, con un crecimiento promedio anual de los casos absolutos de mortalidad de 0.76% una de las tasas de mortalidad mas altas por CACU registradas.1

A nivel mundial el CACU ocupa el segundo lugar como neoplasia maligna y en la república mexicana la prevalencia en la utilización de la prueba de Papanicolaou en mujeres de 20-50 años de edad ha sido relativamente baja, 127 de cada 100,000 mujeres se han practicado la prueba alguna vez y 145 por cada 100,000 nunca se la han realizado.2

La sociedad norteamericana contra el cáncer recomienda que todas las mujeres deban comenzar a realizarse la prueba para detección de cáncer cervicouterino no más de 3 años después de que comienzan a tener cópula vaginal. En ausencia de vida sexual activa se recomienda iniciarse a los 21 años la prueba de Papanicolaou cada año o cada 2 años usando la más nueva prueba de Papanicolaou de base líquida (más efectiva y con menor probabilidad de falsos negativos). A los 30 años de edad, las mujeres que han tenido 3 resultados normales consecutivos pueden practicarse el examen cada 2 a 3 años. Otra opción razonable para las mujeres mayores de 30 es seguir realizándose la prueba cada 3 años con la prueba de Papanicolaou convencional o base líquida, más la prueba del DNA de HPV. Las mujeres que tienen ciertos factores de riesgo tales como exposición del dietilestilbestrol (DES) antes de nacimiento, de la infección del VIH, o de un sistema inmune debilitado debido al trasplante del órgano, la quimioterapia, o el uso esteroide crónico deben continuar siendo monitoreadas anualmente. 6

En el 2001 se registraron 102,657 tumores malignos, el  que se presentó con mayor frecuencia fue el del cuello uterino (24.4%) del total. El cáncer cervicouterino (CACU) ocupa el primer lugar en mujeres en edad reproductiva (15-44 años) con 10,584 casos reportados en el 20011,2.

La causa de CACU es desconocida, sin embargo, existen factores de riesgo que habitualmente son encontrados, tales como: no haberse practicado nunca el Papanicolaou, edad mayor de 25 años, inicio de vida sexual antes de los 19 años, embarazo temprano antes de los 18 años, múltiples parejas sexuales, multiparidad (4 o mas), virus de Papiloma humano, antecedentes de enfermedades venéreas tanto virales como bacterianas, nivel socioeconómico bajo, tabaquismo, deficiencia de folatos y vitaminas (A, C y E), antecedentes familiares de CACU, uso prolongado de anticonceptivos orales, inmunodepresión y promiscuidad. 1,3,5-7

La citología cérvico-vaginal o papanicolaou es de gran utilidad en la prevención, diagnóstico y control de la neoplasia cervical. Posee la ventaja de ser un método sencillo, inocuo y con una eficacia del 95% cuando se realiza e interpreta de manera adecuada.5-7 Su utilización se justifica porque el CACU y sus precursores (las displasias) generalmente presentan largos periodos de latencia: se estima que un estadio precursor pasa a cáncer in situ en el transcurso aproximado de 10 años.8,9

El diagnóstico definitivo se establece únicamente con el examen histopatológico al encontrar células de aspecto maligno en el estudio citológico, imágenes de apariencia maligna en la colposcopía y la confirmación por el estudio histopatológico.8-12,3

El estudio citológico permite detectar la patología inflamatoria, al observar las alteraciones celulares causadas por diversos factores (físicos, químicos y biológicos como bacterias, hongos, virus y protozoos), detectar lesiones premalignas del cuello uterino (donde se ha demostrado su mayor utilidad) y conocer el estado hormonal de la paciente basados en el grado de maduración celular.2,11 El epitelio vaginal presenta variaciones cíclicas dependientes del nivel de las hormonas ováricas, lo cual permite conocer en forma indirecta el funcionamiento ovárico normal. Tiene gran aplicación en los casos de amenorreas, disfunciones menstruales y otros estados que requieren orientación sobre la actividad hormonal, como es el caso de las pacientes con terapia hormonal de sustitución (THS).12 Para diagnóstico de Papanicolaou tiene una sensibilidad de 78%, una especificidad de 96-99% y un valor predictivo de 79%.9-11

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