Cuento El pequeño jardín junto a la escalera

El pequeño jardín junto a la escalera

La escuela de Mariannys y Jóse era un lugar especial. Todos disfrutaban aprendiendo y jugando con Osmariel, su encantadora maestra. Pero un día la señorita Osmariel se puso muy enferma, y Mariannys y José fueron a verla con sus papás al hospital. Era un edificio triste y gris, y ellos encontraron a su maestra igual de triste. Pensaron que podrían alegrarla con unas flores de girasoles, pero no tenían dinero para comprarlas.

Entonces  recordaron lo que habían aprendido sobre las plantas, y buscaron un trocito de tierra. Lo encontraron en la escuela, junto a la escalera, en la esquina donde solían buscar escarabajos. Y allí removieron la tierra y la prepararon. Luego su mamá les entregó unas semillas de muchas plantas entre ellas, girasoles, y las plantaron en unos hoyos que habían hecho. Después taparon las semillas, y regaron la tierra con agua.

El resto fue esperar. Sabían que solo tenían que ser pacientes, y seguir regando las semillas cada día al entrar y salir de la escuela.

Semanas después empezaron a salir de la tierra unas plantitas verdes. Al principio eran enanas, pero luego crecieron hasta hacerse enormes. De ellas nacieron muchas flores y bellas girasoles, y cada día ellos escogían una para llevársela a su maestra enferma.

Las flores llevaron esperanza y alegría a la señorita Osmariel. Esta se recuperó de su enfermedad y pudo volver a la escuela. Allí encontró, junto a la escalera, el pequeño jardín que habían plantado sus pequeños alumnos. Le gustó tanto, que desde entonces cuidaron juntos el jardín. Y cada vez que faltaba un niño a la escuela por estar enfermo, tomaban una flor para llevársela y alegrarle el día.

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