Cuestiones críticas
Enviado por elixxitaaa • 24 de Junio de 2014 • Tesis • 13.925 Palabras (56 Páginas) • 246 Visitas
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Cuestiones críticas
Nos encontramos en un momento apasionante en la Edad de la Información.
Solo estamos en sus albores. En lodos los lugares a donde voy. Sea para hablar ante un grupo de personas o para cenar con los amigos, se me formulan preguntas sobre el modo como la tecnología de la información
cambiará nuestras vidas. La gente quiere conocer la forma como el futuro
cambiará nuestras vidas, para mejor o para peor.
A estas alturas debería ser obvio que soy optimista ante el progreso de
la nueva tecnología. Hará más gratos nuestros momentos de ocio y
enriquecerá nuestra cultura, al expandir la distribución de la
información. Contribuirá al alivio de las tensiones que sufren las áreas
urbanas, al permitir a las personas trabajar desde sus hogares o desde
oficinas alejadas de los ceñiros urbanos. Aliviará las presiones sobre
los recursos naturales, porque cada día un número mayor de productos
adquirirán la forma de hits en lugar de la de bienes manufacturados. Nos
permitirá controlar mejor nuestras vidas, capacitándonos para adaptar
nuestras experiencias y los productos que utilizamos a nuestros
intereses. Los ciudadanos de la sociedad de la información disfrutarán de
nuevas oportunidades para mejorar la productividad, aprender y
divertirse. Los países que actúen con decisión y en concierto con los
demás se verán recompensados desde el punto de vista económico. Nacerán
mercados totalmente nuevos y surgirán miríadas de nuevas oportunidades de
empleo.
Cada una de las generaciones que han vivido en los últimos siglos ha
descubierto un modo más eficaz de hacer las cosas, y los beneficios
acumulados han sido enormes. El ciudadano medio de hoy en día disfruta de
una vida mucho mejor que la de la nobleza de hace unos cuantos siglos.
Sena algo grande poseer tantas tierras como un rey medieval, pero. ¿qué
haríamos con sus piojos' Los adelantos experimentados por la medicina han
alargado nuestras expectativas de vida y han mejorado su calidad.
En la primera parte del siglo XX, Henry Ford de la industria del
automóvil, pero nuestro coche es superior a cualquiera de los que él
condujo.
Es más seguro y más fiable y. desde luego, tiene un mejor sistema de
sonido. Esta pauta de progreso no va a cambiar. La creciente
productividad hace progresar a las sociedades, y el hecho de que el
ciudadano medio de los países desarrollados sea mucho más "rico", por 213
muchos conceptos, de lo que cualquier otro pueda serlo hoy es sólo
cuestión de tiempo.
Pero el hecho de que sea optimista no quiere decir que no me preocupe por
lo que pueda ocurrimos. Los grandes cambios traen siempre beneficios. y
los de la sociedad de la información implicarán costos. Las sociedades se
van a encontrar ante peticiones de que hagan elecciones difíciles sobre
la disponibilidad universal de la tecnología, la inversión en educación.
la regulación y el equilibrio entre la vida privada individual y la
seguridad de la comunidad. Afrontaremos, pues. nuevos problemas, algunos
de los cuales podemos prever. En algunos sectores económicos las
disfunciones harán necesario reentrenar a los trabajadores. La
disponibilidad. prácticamente gratuita, de comunicaciones e informática,
alterará las relaciones entre las naciones y las de los distintos grupos
socioeconómicos dentro de cada una de ellas. El poder y la versatilidad
de la tecnología digital originarán nuevas preocupaciones sobre la vida
privada individual, la confidencialidad en el campo del comercio y la
seguridad de las naciones. Además, hay que ocuparse también de las
cuestiones relativas a la equidad porque la sociedad de la información
tendrá que servir a todos sus ciudadanos, y no sólo a los que puedan
utilizar una tecnología sofisticada o sean unos privilegiados desde el
punto de vista económico- Yo no tengo necesariamente las soluciones a las
muchas cuestiones y problemas con que nos enfrentaremos pero. como dije
al comienzo de este libro, es un buen momento para entablar un amplio
debate.
Aunque es importante que empecemos a pensar en el futuro. Deberíamos
contener el impulso de emprender acciones apresuradas. Hoy no podemos
plantear más que cuestiones de tipo general, de manera que no tiene
sentido sugerir recomendaciones y regulaciones específicas detalladas. El
ritmo del cambio tecnológico es tan rápido que parece como si el mundo
fuera a ser totalmente distinto de un día para otro. No lo será- pero
deberíamos prepararnos para el cambio. Disponemos de un número
considerable de años para observar el curso de la revolución en marcha y
deberíamos emplearlos en tomar decisiones inteligentes, sin prisa.
La angustia más extendida y personalizada quizá sea: "¿cómo me va a ir en
esta cambiante economía?". Preocupa a la gente que sus puestos de trabajo
se queden obsoletos, que no sean capaces de adaptarse a nuevas formas de
trabajar, que sus hijos se coloquen en industrias sin porvenir que dejen
de existir o que el devenir económico cree una situación de desempleo
generalizado, especialmente entre los trabajadores de más edad.
Se trata de preocupaciones legítimas. Declinarán profesiones e industrias
completas, pero florecerán otras nuevas. Estos cambios se producirán
durante las dos o tres décadas siguientes, lo que resulta rápido de
acuerdo con los modelos históricos. pero probablemente no sea más
perturbador que el ritmo al que la revolución del microprocesador
produjo cambios en los puestos de trabajo o como la desregulación y la
competencia que produjeron cambios en las líneas aéreas, la industria del
transporte y la banca.
El microprocesador y la computadora personal que hizo posible alteraron e
incluso eliminaron ciertos puestos de trabajo y empresas, pero es difícil
encontrar un gran sector de la economía que se haya visto afectado
negativamente por ellos- Las empresas de máquinas de escribir, las que
fabricaban mainframes y minicomputadoras han retrocedido, pero la
industria
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