Cuidemos Nuestro Abiente

¿Tierra? ¿Hogar? Estoy segura que conocemos el significado de estas palabras desde pequeños, pero siempre me ha quedado una pequeña duda ¿Hemos sido capaces de estas palabras convertirlas en nuestra realidad? Miro a mi alrededor y me doy cuenta que no lo hemos hecho, a pesar de considerar esta tierra nuestro hogar, poco a poco el hombre se ha quedado con la idea de que la Tierra es el lugar donde puede satisfacer sus necesidades superfluas sin tener en cuenta el daño que se podría generar. Esta es una realidad que ya nos está pasando factura, que aunque queramos taparnos los ojos podemos seguir percibiendo por los malos olores que emana nuestra tierra Sullana.

Hoy no quiero hablar de cómo la industria ha ido contaminando nuestra ciudad, tampoco quiero hablar de cómo las autoridades en su mayoría dejaron de velar por el bienestar del pueblo, hoy no quiero echarles la culpa a los demás. Hoy quiero hablar sobre un pueblo dormido que ha estado viviendo bascosidad los últimos años y que solo los malos olores y enfermedades que emana su tierra lo ha despertado.

Sullana, una tierra fecunda que poco a poco hemos ido maltratando. Empezamos con la flojera, tiramos un pequeño papel en el lugar más cercano ¿En que podría afectar? Era solo un papel… Luego ese papel se convirtió en sacos de basura que por no querer ir muy lejos fuimos a botar a las orillas de nuestro rio Chira ¿En que podría afectar? Un poco más tarde la basura empezó a notarse, así que empezamos a buscar calles donde el poder de la autoridad no llega para poder botar aquellos desperdicios. Poco a poco nos fuimos quedando sin espacio, empezamos a alterar nuestro ecosistema. Llegamos a reaccionar sobre el daño ocasionado después de encontrar basura por muchos lugares, de empezar a percibir olores nauseabundos.

Y así, como el virus que nos invadió a todos al momento de empezar a contaminar, nos empezó a invadir el virus de las consecuencias de nuestros actos. Ahora nuestra tierra Sullana nos grita ¡Oye sullanense, mira en lo que se convirtió ese papel que alguna vez arrojaste! A ti sullanense te digo ¡despierta! ¡Tu tierra te está llamando! Tú que como poblador tienes el poder de revertir todo el daño que alguna vez causaste, toma ese poder inmediatamente, no después, ni mañana ¡Hazlo hoy! Tu tierra te necesita urgentemente. Empieza con pequeñas cositas que quizás te parezcan insignificantes pero que marcaran la diferencia. En tu casa empieza a clasificar la basura, separando el papel, el plástico y las latas para que puedan ser recicladas y tener segunda vida; también la basura orgánica la puedes utilizar como abono para tus jardines; así solo te quedarás con la basura inorgánica de la cual se encargara la municipalidad. Cuando laves los platos evita derramar el aceite cocinado por el desagüe, embotéllalo. Al ir de compras lleva tus propias bolsas, ya sean de material reciclado o algunas que guardes en casa, así estarás

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