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De Quimica Organica Y Decepcion


Enviado por   •  22 de Octubre de 2013  •  662 Palabras (3 Páginas)  •  316 Visitas

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Mi infancia giró alrededor de mi madre, su amiga íntima y vecina, la hija de ésta y mi amor profundo y crónico.

Hijo único y mimado, disfruté del amor maternal a raudales. Desde niño, bromeaban mi madre y su amiga de mi arrebatada atracción por su hijita Raysa, una preciosa niña de largo y sedoso cabello, mimada a su vez al extremo, con quien pasé bellas horas de juego infantil hasta mis diez años.

Raysa se desarrolló preciosa y precozmente, yo parecía destinado a ser un gordito petiso y miope. Pronto ella encontró aburrido el hablar conmigo y con su consagrada sinceridad, me dijo una tarde amarga: "No creo que valga la pena intentar entendernos, hemos cambiado mucho y tu lo sabes, a mi sinceramente, me gustan los chicos altos y muy fuertes ¡me hacen sentir tan segura!" marchándose para no compartir más conmigo.

Arrastré mi trauma hasta los 16 años. Para entonces logré alcanzar una talla que me vacunaba contra la mofa insana hacia los seres de corta estatura, común de la gente promedio. Mi físico empero era desgarbado y la verdad, hacia juego con mis gafas de carey sintético y mi depresión constante.

Hasta que un aciago día, fui indiscreto testigo de como mi amada imposible saciaba los lúbricos deseos de un musculoso jugador de fútbol de la escuela, en su destartalado auto. En mi extraña mezcla de frustración y excitación resultante, juré por todos los cielos habidos y por haber, el hacerme un hombre de verdad, que pueda algún momento también gozar de mi bella y distante amada.

Me inscribí en el gimnasio "Tirannosaurius Bíceps" y todos los días de siete a diez de la noche me sometí a rutinas por demás exigentes y transformadoras. En ocho meses era otro: todos mis pensamientos giraban en torno a la ecuación proteína ingerida y masa muscular formada, rutinas, sub rutinas y grupos musculares.

Hasta que caí en la tentación y en el afán de ganar mas físico en menor tiempo; me encontré gastando buenos recursos en testosterona sintética y químicos de sorprendentes resultados. No siendo legal el mercado de tales moléculas escultoras, me vi enredado en tráfico de sustancias controladas. Varias veces leí de advertencias y efectos nocivos sobre el cuerpo masculino, pero yo no tenía tiempo para preocuparme; Raysa aun no tenía novio estable y si bien se hacían comentarios respecto a su constante cambio de parejas, siendo la norma en las chicas del medio, no incomodaba a nadie salvo a mi.

Mas de un año y medio, doce mil dólares en testosterona sintética y otras ayudas físico culturistas, lograron cambiar mi apariencia de modo drástico: Hoy soy un musculoso y bien formado hombre de crespos cabellos largos, cuidado cutis y aromática aura.

Todo el esfuerzo valió la pena, aunque su propósito original termino en desastre mayúsculo.

Seguro

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