Delito Doloso

El tipo subjetivo en los delitos dolosos está conformado por el dolo, entendido como conocimiento y voluntad de realizar el tipo objetivo de un delito. Son por tanto dos los elementos que integran el dolo, por un lado el Elemento intelectual: para actuar dolosamente, el sujeto debe saber qué es lo que hace y conocer los elementos que conforman el hecho típico, como por ejemplo en el caso del homicidio doloso debe saber que mata a otra persona; en el hurto, que sustrae cosas ajenas sin el consentimiento de su dueño. Ese conocimiento constituye un requisito previo a la voluntad, pues no puede querer hacer algo si no se sabe primero qué se va a hacer. Y el Elemento volitivo: para actuar dolosamente no es suficiente con el conocimiento de los elementos del hecho típico, es preciso querer realizarlo. Quien actúa con dolo se ha decidido en contra del bien jurídico protegido en el tipo correspondiente.

Poro otra parte tenemos también la clasificación del dolo, algunas de las clases establecidas son:

Dolo directo o de primer grado: Suele identificarse con la intención o propósito. La finalidad del sujeto que actúa con dolo directo coincide exactamente con la producción del resultado.

Dolo indirecto o de segundo grado: La finalidad del sujeto no es producir el resultado, pero éste se asume como consecuencia necesaria de lo querido.

Dolo eventual: La finalidad del sujeto que actúa con dolo eventual no es producir el resultado, pero reconoce la posibilidad de que éste se produzca y no obstante sigue actuando.

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