Demostrar con un experimento sencillo que el fuego no quema.

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1. OBJETIVO O PROPÓSITO:

Demostrar con un experimento sencillo que el fuego no quema.

1. MATERIALES UTILIZADOS:

1. 1 bandeja o recipiente de plástico.
2. Agua.
3. Spray con aerosol.
4. 1 popote de plástico.
5. Jabón líquido.
6. Cerillos

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1. DESARROLLO DE LA PRÁCTICA:

¿Qué hicimos?

Llevamos a cabo un experimento en donde el fuego no quema.

¿Cómo lo hicimos?

Pasos:

1. Lo primero que hicimos fue agregar agua a nuestro recipiente de plástico.

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1. Posteriormente tomamos el  recipiente de plástico grande con un poco de agua y echamos en él un chorrito de jabón concentrado.

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1. Lo mezclamos bien todo con ayuda de nuestras manos.

1. Una vez bien removido, tomamos el spray y lo echamos en el interior de la mezcla a través del popote. Para ello, metimos un extremo del popote en el recipiente y el otro lo colocamos en la boquilla del bote de spray. Apretamos y soltamos el gas durante unos segundos. De modo que comprobamos que se ha formado una buena cantidad de burbujas.

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1. Ya teniendo todo listo, tomamos una buena cantidad de burbujas con nuestra mano y, por último, las encendemos con un encendedor o cerillos (y lo retiramos rápidamente).

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Es aquí donde observamos cómo se forma al instante una gran llamarada en nuestra propia mano, sin quemarnos.

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Explicación:

Las lacas en spray o desodorantes son altamente inflamables. Cuando introducimos su gas en la mezcla de agua jabonosa, lo que hacemos es concentrarlo en múltiples burbujas que, al coger en la mano, se inflaman rápidamente al entrar en contacto con una llama. La reacción exotérmica que ocurre es la siguiente:

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