Derecho Electoral Clases De Gobiernos.

DERECHO ELECTORAL.

LIBERTAD POLITICA: La libertad política es aquella que permite a los gobernados elegir y deponer a sus gobernantes. Es fácil caer en el error de considerar la libertad política como una consecuencia natural de las libertades civiles (como la libertad de expresión, de asociación, etc.) e identificarla con el derecho al voto. Nada más lejos de la realidad. La libertad política presupone la existencia de libertades civiles, pero no a la inversa: la existencia de libertades civiles no garantiza la libertad política. Para asegurar la existencia y permanencia de la libertad política en una verdadera democracia, los mecanismos necesarios deben estar incorporados a las reglas recogidas en la constitución (separación de poderes y representatividad)

El concepto de la libertad política está estrechamente vinculada con los conceptos de las libertades cívicas o civiles y los derechos individuales, incluidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que, sin embargo, no han llegado a ser universales.

Estas libertades mayoritariamente son respetadas en las sociedades democráticas de la cultura occidental, de forma vacilante en Sudamérica, en África y en los países asiáticos.

Las libertades cívicas pueden considerarse como la capacidad de realizar diferentes actos de trascendencia pública sin impedimento estatal, y gozando para su disfrute de la protección del mismo Estado. Entre éstas podemos destacar:

IGUALDAD POLITICA: Este concepto se refiere a las normas de distribución de los valores sociales. No se refiere a la igualdad de las características personales, sino, por ejemplo, a la igualdad de tratamiento: A y B son tratados igual no si ambos reciben igual asignación sino si a ambos se les aplica la misma norma de distribución en forma imparcial. Políticamente hay dos igualdades que tienen especial importancia: la igualdad ante la ley (que es la negación de fueros y privilegios y la compensación de quien no tiene recursos para afrontar su juicio) y la igualdad de oportunidades, que ante la desigualdad de situaciones existenciales, socialmente se resuelve garantizando la más plena oportunidad de acceso a la educación.

Igualdad política, premisa fundamental para construir una relación entre las instituciones de una democracia real y los requisitos de una democracia ideal. Igualdad política para que el gobierno de la mayoría esté justificado sólo como un medio para alcanzar la igualdad social. Igualdad política como obligación moral y definición institucional. Igualdad política como objetivo viable y alcanzable, como desarrollo gradual de condiciones y oportunidades. Igualdad política sin disfraces de ira y envidia.

Igualdad en la competencia política, en la crítica sin resentimientos, en la opinión pública, en los juicios personales, para todo ello; igualdad para opinar y juzgar con integridad.

Igualdad en el ejercicio ciudadano y en la responsabilidad pública, para evitar o limitar las carencias, las inconsistencias, las incongruencias. Igualdad política reconocida a consecuencia de las buenas acciones y no sólo por algunas percepciones.

En la igualdad política se reconocen los avances, se aplauden las reformas. En la integridad política se encuentra el principio de la equidad social y el final de la omisión institucional.

Limitarnos a combatir los efectos sin comprender las causas hace que la resolución a los problemas estructurales sean temporales y coyunturales. En este contexto, hay que recordar que la integración entre Estado de derecho y Estado social no puede producirse sólo a nivel inercial, se produce en el nivel legislativo y administrativo, con fundamento en los pilares constitucionales. Por eso, hoy más que nunca, es importante rescatar los derechos sociales en su plenitud como origen y destino de los derechos de participación. Es ahí, en donde el Estado debe oscilar, entre libertad y participación, entre igualdad política e integridad social, entre procedimientos de legitimación y eficiencia en la estructura de administración.

La estructura política del Estado mexicano debe de encontrar la adecuada conexión entre la creencia de legitimidad y la creencia en la legalidad. Debe de cerrar el déficit informativo que apela a la instancia del conflicto y de la contradicción. Por eso, la transformación de la política consiste en la exigencia de realizar estructuras organizativas y formas de intervención flexibles, que se liberen de las rígidas formas normativas del Estado. Es precisamente la igualdad política la que condiciona la crisis de legalidad en procedimientos informales libres de todo control de legitimidad.

La igualdad en participación política se refiere a todas las voces, a todas las ideas y todos los colores, es esta inclusión la que obliga al Estado a que reconozca estándares mínimos de ingreso, alimentación, salud y educación como el derecho colectivo y no como privilegio individual. Esta inclusión es en realidad lo que hace que la intervención directa de las estructuras públicas para mejorar el nivel de vida de la población sea reivindicada por los ciudadanos como un derecho.

La igualdad política vincula la participación y la decisión ciudadana, porque es la representatividad la que constituye una democracia que no sólo consiste en procesos electorales, sino que también es, necesariamente, una forma de organización que garantiza a los individuos el ejercicio de sus derechos y el respeto de sus ideas.

La igualdad genera humildad, hace que nuestro origen político tenga un destino ético. La igualdad no debe ser una consecuencia, por el contrario es el principio de cualquier quehacer político.

La igualdad refuerza la libertad de elegir, participar y exigir la rendición de cuentas. Por eso, la calidad de la democracia depende de la pluralidad de argumentos de quienes tienen la obligación constitucional de ofrecer y enaltecer una política de altura y de realidades, que disuelva escenografías de papel y resuelva los problemas desde la luz de la realidad y no desde el espejo de la percepción.

REPRESENTACION POLITICA: Es el resultado del proceso mediante el cual una comunidad ha seleccionado y ha elegido a alguno o algunos de sus miembros para que se hagan cargo, defiendan, argumenten, los temas y los intereses que son comunes. Así, la comunidad lo hace su representante y lo coloca en un órgano de discusión y decisión del gobierno.

El significado originario de representación política es la actuación en nombre de otro en defensa de sus intereses. Es decir, la parte principal (el pueblo, la nación) cede al representante el papel de argumentar, desarrollar, defender y difundir sus intereses y objetivos. El representante no sólo encarna esos intereses, sino que debe

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