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Desarrollo De La Quimica Organica


Enviado por   •  19 de Enero de 2013  •  1.390 Palabras (6 Páginas)  •  904 Visitas

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Desarrollo de la química orgánica

En el mundo de las sustancias orgánicas este período inicial representa el predominio del análisis sobre la síntesis. En tanto los estudios analíticos responden a una línea de pensamiento debidamente formulada, los resultados sintéticos aparecen con frecuencia atravesados por la casualidad.

Dos hechos que resultaban especialmente significativos se asocian al descubrimiento de los isómeros estructurales, sustancias que respondiendo a la misma composición difieren en sus propiedades, y de los isómeros ópticos, sustancias que sólo se distinguen en el sentido en que hacen girar el plano de polarización de la luz polarizada, por L. Pasteur (1822–1895). Para los investigadores de la época tales diferencias debían encontrar respuestas en el diferente ordenamiento de los átomos en la estructura molecular.

Correspondió al arquitecto alemán F.A. Kekulé (1829–1896), devenido químico y principal arquitecto de la estructura molecular de los compuestos oricos, edificar los principios de la primera teoría estructural.

Friedich August Kekulé nació en Darmstadt, actual Alemania, en 1829, y falleció en Bonn, en 1896. En 1858 fue profesor de dicha química en Gante (Bélgica), y a partir de 1867 enseñó la misma materia en la Universidad de Bonn. Se le reconoce el establecimiento de las bases de la moderna teoría estructural de la química orgánica.

En 1858, Kekulé demostró que el carbono es tetravalente y que sus átomos pueden unirse entre sí formando largas cadenas, lo que facilitó la comprensión de los compuestos orgánicos. Mención destacada merece también su descubrimiento de la estructura cíclica o anular de los compuestos aromáticos, como el benceno, de gran importancia en el posterior desarrollo de la síntesis de los colorantes.

Aun desconociendo la naturaleza del enlace químico propuso un ordenamiento, según la valencia de los átomos, en la estructura molecular de las sustancias. En lo esencial esta forma de representación en el plano de las fórmulas estructurales de las moléculas llega hasta nuestros días y permitió la estructuración de las familias orgánicas de acuerdo con la presencia de determinados grupos funcionales.

El problema de la explicación estructural de los isómeros ópticos debió esperar por la comprensión de la orientación espacial de los átomos en la estructura de las moléculas, y un primer paso en esta dirección fue dado por el químico holandés Jacobus Henricus van’t Hoff (1852–1911) al proponer la orientación tetraédrica de las valencias en el átomo de carbono, que da nacimiento a la estereoquímica como rama que se ocupa de definir la geometría molecular de las sustancias. Las investigaciones en el campo de los compuestos orgánicos debieron en una primera etapa al aislamiento y posterior caracterización de determinadas sustancias provenientes de materiales vegetales o animales. Berzelius, ante la complejidad observada por las sustancias orgánicas, desarrolla la teoría del vitalismo, según la cual los tejidos vivos debían disponer de una fuerza vital para la producción de las sustancias orgánicas. La extensión de estas nociones en el mundo académico de la época desalentó por un tiempo la investigación en el campo de la síntesis.

Pero ya en 1828 el pedagogo y químico alemán Friedrich Wöhler (1800–1882), sin proponérselo, descubre que el calentamiento de una sal (cianato amónico) producía la urea (un producto de excreción del metabolismo animal ya conocido por entonces), con lo cual el vitalismo recibe su primer golpe. No fue casual su aportación menos reconocida pero que aún hoy se aplica, al desarrollar el método de producir el acetileno a partir del carburo de calcio.

Debieron pasar varias décadas para que, primero A. W. Kolbe (1818–1884), discípulo de Wöhler, y luego Pierre E. M. Berthelot (1827–1907), lograran la síntesis de moléculas orgánicas simples (como el metanol, etanol y otras) a partir de las propias sustancias elementales de naturaleza inorgánica que los constituyen.

Un golpe de muerte definitivo recibiría el vitalismo cuando el propio Berthelot, aprovechando los resultados del estudio de la hidrólisis de las grasas (no casualmente la familia con la más simple estructura de la gran tríada grasas, carbohidratos y proteínas), se propuso la síntesis de una grasa a partir de un solo tipo de ácido carboxílico (graso) y la glicerina obteniendo una grasa “sintética” con propiedades similares a la grasa natural estearina. La casualidad se empeñaría no obstante en contribuir

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