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Desarrollo Del Juicio ético


Enviado por   •  5 de Mayo de 2013  •  3.330 Palabras (14 Páginas)  •  5.073 Visitas

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Educación Superior

Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez

Barinas - Estado Barinas

Febrero - 2011

Índice

1. Introducción.

2. Desarrollo del juicio ético.

3. Niveles de las etapas de la teoría de Lawrence Kohlberg.

4. Conclusión.

5. Bibliografía.

Introducción

La investigación que a continuación presentamos, busca la manera de dejarnos claros como tenemos que tener en cuenta la ética y la moral al momento de emitir un juicio ético, ya que tanto el juicio moral como el ético van agarrados de la mano y no se puede emitir uno sin tomar en cuenta el otro.

La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar posteriormente a los distintos ámbitos de la vida personal y social.

En la vida cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que justifican la utilización de un sistema moral u otro.

Para algunos la ética se ha categorizado como el estudio del arte de vivir bien, lo cual no parece exacto, pues que si se reuniesen todas las reglas de buena conducta, sin acompañarlas de examen, formaría un arte, más no una ciencia.

La Moral a pesar de estar íntimamente relacionada con la ética, no se pueden considerar como sinónimas, puesto que mientras que es la moral quien decide la bondad o maldad de una acción, la ética lo que busca es hacer una reflexión de carácter filosófico sobre la creación de los juicios morales, y por eso se considera plenamente integrada como una rama fundamental de la Filosofía a pesar de que esta también analiza las cuestiones morales.

También ser profundizo un poco sobre la teoría del precursor Lawrence Kohlberg, el cual nos permitió ver que la moral se desarrolla en cada individuo tomando en cuenta una serie de fases o etapas que son aplicadas para todos los tipos de seres humanos.

Desarrollo del juicio ético

Cuando se hace referencia al juicio ético no se puede dejar de un lado la estrecha relación que tiene con la moral y la ética, debido a que ambos términos no prescribe ninguna norma o conducta; no manda ni sugiere directamente qué debemos hacer.

El Juicio ético es una facultad del alma que permite diferenciar entre el bien y el mal. Cuando se pone en palabras, el juicio es una opinión o un dictamen. La moral, por otra parte, está asociada las costumbres, valores, creencias y normas de una persona o de un grupo social. La moral funciona como una guía para actuar ya que distingue entre lo correcto y lo incorrecto.

En el juicio moral sobre las acciones humanas, los actos cometidos por estos son objeto de valoración o juicio ético porque son posibles. No están propuestas por la naturaleza o la sociedad por qué no se sabe qué hacer con la libertad.

La conciencia moral, como juez de nuestros actos, sólo puede darse cuando éstos son actos humanos voluntarios, o sea los actos en los que ha intervenido la libertad de acción. No puede haber un juicio de conciencia cuando los actos efectuados han sido obligados por una autoridad o por una acción coercitiva de agentes extraños a nosotros mismos. Se podría poner con ejemplo la acción de un soldado en tiempo de guerra En la actividad profesional a veces se toman decisiones por obligación o por seguir esquemas o sistemas preestablecidos, que muy poca libertad de acción dejan al sujeto, en estos casos la conciencia moral quedara un tanto suprimida.

Ahora bien, como resultado del juicio de valor que efectúa la conciencia moral sobre los actos del propio individuo, se conduce lo siguiente:

 A un sentimiento de culpa

 A un remordimiento

 A un arrepentimiento.

Esto puede llevar a un castigo, un auto castigo, o a una acción interna, ya que en este campo intervienen una serie de elementos a los cuales se les ha dado en llamar puentes de la moralidad, que constituyen la conformidad o disconformidad con la recta razón que dirige al acto humano.

Continuamente emitimos juicios sobre el comportamiento y los actos de los demás. Con frecuencia, nos convertimos en jueces de los demás, y nos pronunciamos sobre la honestidad o la deshonestidad del comportamiento ajeno y en otras ocasiones intentamos dar razones que convenzan a las personas que nos rodean de que nuestros actos han tenido que realizarse así y no de otra manera.

Se puede afirmar que los juicios morales son posibles por el sentido moral y que es el conjunto de esquemas, normas y reglas que hemos adquirido a través de nuestra educación, familia y medio ambiente, y que mantenemos en el momento de emitir un juicio moral, si revisamos nuestra propia historia individual, podremos recordar, con facilidad, lo que a lo largo de ella se nos ha trasmitido, un conjunto de reglas o normas morales, pautas de conducta. ¿Pero quién nos las ha trasmitido? En primer lugar, nuestra familia, luego, las instituciones educativas en las que hemos estado, también la propia sociedad en la que vivimos y de la que dependemos.

Se nos ha dicho continuamente lo que es bueno y lo que es malo, o, lo que, nuestros educadores consideraban bueno o malo, ante este aprendizaje y, ante esas normas de conducta hemos podido tener tres actitudes:

 Rechazo:

Cuando la norma o normas que se nos han trasmitido no nos han convencido y, tras un razonamiento y una crítica, hemos decidido olvidarlas, rechazo también, cuando por cansancio o saturación hemos, sin más, prescindido de ellas. Rechazo, también, cuando las hemos sustituido por otras.

 Indiferencia:

Cuando la norma o regla no nos dice nada, y volvemos la espalda a su

Contenido. No es un rechazo efectivo, pero tampoco una aceptación consciente.

 Aceptación.

Cuando esa norma o normas, constituyen lo que podríamos llamar nuestro equipaje moral. El conjunto de reglas que hemos mantenido, conservado, con las que crecemos, caminamos por la vida y que constituyen lo que en un principio hemos llamado sentido moral.

La ética constituye una reflexión sobre el hecho moral, que busca las razones que justifican la utilización de un sistema moral u otro. Por lo tanto, podríamos definir la ética como aquella parte de la filosofía que ha de dar cuenta del fenómeno moral en general.

La ética del discurso no pretende sólo fundamentar racional y dialógicamente lo moral, sino

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