Dieta De Atkins
Enviado por richard0207 • 10 de Mayo de 2015 • 2.322 Palabras (10 Páginas) • 297 Visitas
Dieta de atkins
El método nutricional de Atkins, conocido coloquialmente como Dieta Atkins, se atribuye al cardiólogo estadounidenseRobert C. Atkins. Este médico publicó a principios de la década de 1970 un libro titulado 'La revolución dietética del Dr. Atkins' en el que preconizaba la pérdida de peso a través de una dieta caracterizada por el consumo de alimentos de bajo contenido de glúcidos. Su propuesta fue inmediatamente cuestionada por la comunidad científica.2 ,3 Posteriormente, y con el fin de soslayar algunas situaciones deficitarias de la dieta (como el aporte insuficiente de fibra dietética), reeditó el libro en 1992 bajo el título de 'La nueva revolución dietética del Dr. Atkins'. No obstante, hay que señalar que esta dieta no es originalmente suya, sino que ya se usaba en 1863 bajo el nombre de Dieta de Banting (William Banting publicó en esta fecha un panfleto en el que relataba su propia pérdida de peso siguiendo una dieta en la que predominaban los productos cárnicos)(3)
La dieta Atkins, pese a sus graves deficiencias, es muy popular en todo el mundo. Hasta el punto que el nombre del médico estadounidense que la inventó ha dado paso a una empresa que factura cerca de 100 millones de euros anuales con libros que superan los 45 millones de copias. Promete bajar de peso pronto, permite comer lo que otras muchas dietas prohíben y desecha los alimentos tildados de aburridos, como verduras y leguminosas. El truco consiste en consumir grandes cantidades de proteínas y un mínimo de carbohidratos para adelgazar.(1)
La dieta Atkins se basa en un consumo casi exclusivo (90%) de proteínas procedentes de carnes rojas, embutidos, quesos, huevos, mariscos, mantequillas, margarinas, aceites, mayonesas, mantecas, cremas de leche o yogur entero, etc. Se deja un mínimo espacio (10%) a hidratos de carbono extraídos de las verduras y frutas, y quedan prohibidos alimentos tales como las pastas, harinas, arroz, pan y bollería, legumbres, azúcar, bebidas alcohólicas y leche.(1)
Este tipo de dieta pertenece al grupo de dietas milagrosas llamadas científicamente “dietas cetógenas”. En ellas se retira absolutamente el consumo de hidratos de carbono y se potencia el consumo de proteínas y grasas. El consumo de hidratos de carbono es la principal fuente de energía del organismo, es el primordial sustrato energético. Para Atkins la insulina es la hormona responsable del aumento de peso. La ingestión de azúcar o de cualquier hidrato de carbono hace que se estimule esta hormona, por lo que, según esta errónea teoría, el azúcar es el alimento más peligroso. Sin embargo si se consume grasa se estimula la secreción de acetona, suprimiendo la sensación de hambre.(1)
Cuando el organismo no dispone de este nutriente para obtener energía empieza a quemar las grasas por una ruta metabólica particular, produciendo los llamados cuerpos cetónicos, que se utilizarán como fuente energética a falta de hidratos de carbono. El resultado es el aumento en sangre de cuerpos cetónicos y sus productos de desecho, entre ellos la acetona.(1)
Este tipo de dieta provoca la falta de apetito, halitosis o acetona en el aliento, estreñimiento, aumento del colesterol sanguíneo, aumento de los niveles de ácido úrico y, en algunas situaciones, riesgo cardiovascular por el excesivo de consumo de grasas o sobrecarga del riñón por el exagerado consumo de proteínas.(1)
Las dietas cetogénicas incrementan los niveles de colesterol HDL y generan reducciones significativas de las concentraciones sanguíneas de triglicéridos, por lo que son consideradas como cardioprotectoras. Además mejoran el metabolismo de la glucosa, disminuyendo los niveles sanguíneos tanto de esta como de insulina, así como la presión arterial(2)
Las dietas cetogénicas se consideran efectivas en el tratamiento de diabetes mellitus tipo II, para prevenir o retrasar la pérdida de masa magra corporal total y la sarcopenia que se asocian al envejecimiento, esto debido a que favorecen un balance proteico positivo, por su alto contenido de proteínas(2)
El fundamento metabólico de las dietas cetogénicas es el cambio de glucolítico a lipolítico que ocurre en ausencia de carbohidratos. A consecuencia de esto, los lí- pidos resultan ser la principal fuente energética. Esto a su vez, evita la insulinorresistencia, favoreciendo la síntesis de glucógeno, mejora el perfil glucémico y los niveles plasmáticos de hemoglobina A(2)
Los cuerpos cetónicos resultantes de la activación del metabolismo lipolítico provocado por las dietas cetogé- nicas, mediante la activación de la glutatión peroxidasa y el subsecuente incremento en la síntesis de glutatión mitocondrial, reducen la muerte celular. Por lo que se considera que este tipo de dieta incrementa el poder antioxidante del organismo(2)
En cuanto al efecto anticancerígeno que se les ha atribuido a las dietas cetogénicas, se ha evidenciado su eficiencia en la reducción del tamaño tumoral, debido a la menor disponibilidad de glucosa, así como a la inhibición de la angiogénesis(2)
Las dietas cetogénicas provocan un mayor efecto de saciedad debido a que los lípidos y las proteínas permanecen en el estómago durante un mayor periodo de tiempo, así como a la inhibición del apetito causada por el beta-hidroxibutirato y la acetona(2)
El aumento en la sensibilidad del sistema nervioso central hacia la leptina y el descenso en las concentraciones plasmáticas postprandiales de grelina, son probablemente los responsables de que las proteínas tengan un mayor efecto anorexígeno que los carbohidratos(2)
En la obesidad comunmente hay una elevación de niveles circulantes de leptina (inhibidora del apetito), por la resistencia a la acción de la misma, mientras que la grelina estimula el apetito(2)
Por otra parte, uno de los supresores más potentes del apetito es la colecistoquinina, hormona estimulada por la ingesta de proteínas y lípidos, más no por el de carbohidratos(2)
El cambio metabólico propiciado por las dietas cetogénicas se lleva a cabo cuando el contenido de carbohidratos de la dieta es suficientemente bajo para causar cetosis. Por lo tanto el nivel de carbohidratos que requiere tener una dieta cetogénica destinada a la pérdida de peso, debe ser inferior a 0.2-0.4g/kg de peso por día, cubriendo el resto del porcentaje con consumo de lípidos y proteínas(2)
Bajo la misma cantidad de calorías, la dieta cetogé- nica es más eficiente que una dieta baja en grasas, lo que se debe a la menor eficiencia metabólica de ésta. Además de la pérdida energética causada por la eliminación de cetonas por medio del aliento y la orina, la gluconeogénesis también representa una importante pérdida energética, ya que se necesitan 110g de prote-
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