Dolor En El Adulto Mayor
Enviado por oscarnatalio • 25 de Noviembre de 2013 • 635 Palabras (3 Páginas) • 476 Visitas
DOLOR EN EL ADULTO MAYOR
En el adulto mayor el dolor es un síndrome global, integrado por elementos físicos, mentales, sociales y espirituales. Es importante considerar que en la evaluación del dolor del adulto mayor interfieren prejuicios como creer que el dolor es parte del proceso normal del envejecimiento, que es sinónimo de salvación y redención, signo de debilidad o temor, así como ideas que alimentan la subestimación y dificultan el tratamiento.
El dolor persistente en el adulto mayor causa deterioro significativo de la calidad de vida, porque exacerba los estados depresivos, entorpece la socialización, altera el sueño, compromete la marcha, incrementa la demanda de atención sanitaria, disminuye el potencial rehabilitatorio y predispone al aumento de efectos secundarios medicamentosos, entre otros.
El dolor se acompaña de cambios patológicos y ajustes homeostáticos como son la liberación de aldosterona y cortisol con el consecuente efecto en el catabolismo de proteínas y grasas, lo cual favorece la sarcopenia (reducción de masa muscular); además del consecuente deterioro de la tolerancia a la glucosa, disminución en la cuenta linfocitaria, inhibición en la actividad de macrófagos y reducción de la respuesta inflamatoria y por ende, la supresión de la respuesta inmunológica.
La polipatología, las alteraciones cognitivas y la depresión en el anciano enmascara engañosamente el dolor crónico debido a que modifican el umbral doloroso disminuyéndolo.
Las condiciones del adulto mayor y los factores asociados contribuyen a alterar la manifestación clínica de los síndromes dolorosos, tal es el caso de la depresión y la ansiedad que conducen al aislamiento social y al deterioro funcional, que favorecen el síndrome de inmovilidad, la incontinencia urinaria y fecal, la propensión de caídas y hasta la aparición de úlceras por presión.
Es importante mencionar que en el anciano con deterioro cognitivo, se presenta una dificultad progresiva para expresar el dolor por las alteraciones de lenguaje, lo cual origina una inadecuada interpretación de los síntomas pudiendo observar a un adulto mayor con agitación psicomotriz en caso de dolor agudo o un anciano retraído que rechaza la alimentación hasta llegar al estupor por dolor crónico.
Para evaluar el dolor en el adulto mayor es indispensable la observación, la entrevista y el uso de la clinimetría ( escalas).
El adulto mayor no manifiesta la presencia del dolor debido a que lo asume como parte del envejecimiento normal pero puede manifestar incomodidad o molestia, cuando sucede eso es importante valorar la presencia de dolor y preguntar acerca de tratamientos previos, su eficacia y efectos secundarios.
El examen físico debe incluir valoración de la funcionalidad y movilidad, el estado cognitivo y el estado afectivo con las escalas del Examen mínimo de Folstein
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