ECOLOGIA
Enviado por reyesconte • 26 de Octubre de 2014 • Tesina • 27.756 Palabras (112 Páginas) • 154 Visitas
INTRODUCCIÓN
La ecología de la liberación intenta llenar este vacío histórico, principalmente desde el punto de vista teológico. Sin embargo su aporte a las ciencias sociales y puntualmente a la sociología, debe ser analizado con más detenimiento, pues en el transcurrir de sus acciones ha demostrado que tiene valiosas contribuciones para enriquecer el estudio de los grupos sociales y su relación con el medio ambiente.
La ecología es uno de los aspectos más importantes para la naturaleza y en la vida humana ya que de ahí depende de los animales, las plantas, circunstancias del medio ambiente que son necesarios para sobrevivir.
De igual forma es para hacer reflexionar a la sociedad humada de lo que se hace en la naturaleza para vivir, a veces nos sorprende no habernos dado cuenta antes de que todo lo que observamos ha estado ahí desde siempre. Lo mismo ocurre cuando se nos presenta la oportunidad de penetrar en una comunidad natural, como un bosque una selva o un lago, no alterados por la acción humana. Sentimos la misma emoción al descubrir ese otro universo de seres vivos, de colores, de movimientos, de sonidos, de olores y sensaciones mucho más hermosas de lo que imaginábamos, que es, para algunos de nosotros, mucho más bello que todo cuanto el hombre ha podido crear.
Sin embargo, el mundo natural está siendo modificado, empobrecido o destruido tan rápidamente que cada vez es mayor la posibilidad de que un número menor de personas tengan la oportunidad de disfrutarlo en el futuro, por eso, es importante que conozcas las características del ambiente, para que puedas regular tus actividades cotidianas, de tal forma que no sean agresivas para el medio, y aprendamos a disfrutar la belleza de la Naturaleza y a respetar a todos los seres vivos que nos rodean.
1.1 INTRODUCCIÒN
La tarea de la ciencia, que tan placentera resulta, consiste esencialmente en observar los fenómenos del mundo natural que requieren una explicación, y luego en encontrar dichas explicaciones.
El hombre medieval (o niño moderno) pudo aceptar con sencillez no sólo hechos como el cambio de las estaciones y la caída de los cuerpos, sino también algunos fenómenos biológicos notables. Así cada mañana, al dirigirse a su trabajo, se deleitaba con el canto de las aves, el "coro del alba", pensando que sin duda constituía una gracia divina para empezar el día. Quizá razonando más debió pensar que ese canto de las aves en las mañanas constituía un hecho sumamente peculiar. ¿Por qué cantan los pájaros en el alba? De hecho, ¿por qué cantan? También debió observar que en el jardín existían muchas clases diferentes de plantas, así como en el pantano y en el bosque. ¿Por qué debían existir todos estos tipos distintos de plantas desarrollándose una al lado de la otra en sitios tan similares? Lo mismo sucedía con los animales; habían más clases de ellos que de vegetales, particularmente en el caso de los insectos. ¿Por qué era así? Y, en todo caso, ¿por qué no existían más clases? Estas preguntas no se plantearon formalmente aun cuando la ciencia había encontrado explicaciones a fenómenos menos notables del mundo físico. Sólo hasta nuestro siglo han logrado aclararse las preguntas más interesantes; las respuestas constituyen el material con que se ha estructurado entre otras, la disciplina de la Ecología.
Las preguntas que se refieren al número de seres vivientes o bien al sitio donde se pueden encontrar y lo que hace, se pueden considerar problemas de hábitos y de hábitats. El término Ecología se formó de manera que incluyera la idea de el estudio de los animales y las plantas en relación con sus hábitos y sus hábitats. Se deriva de la palabra griega oikos, que significa "casa", "hogar", "refugio hogareño", y logos, que significa "ciencia". Es decir, esta palabra se ha formado del griego "ecología" para indicar el "estudio del refugio hogareño de la naturaleza". Constituye un término útil, ya que incluye la idea del estudio de todo lo relacionado con los fenómenos, las formas y los ambientes de los seres vivos.
Un ecólogo va al campo con frecuencia para estudiar a los animales y las plantas en la naturaleza. Sin embargo, muchas otras personas hacen lo mismo sin necesidad de ser ecólogos. Se puede comprender mejor la diferencia mediante un ejemplo.
En las primeras etapas del verano, las alondras emiten bellos trinos, volando sobre las praderas y los campos de trigo. Se elevan ligeramente desde el suelo, vuelan aleteando mientras cantan y se elevan cada vez más hasta casi desvanecerse en lo alto del cielo. Luego suspenden su canto y se dejan caer hasta casi tocar el suelo, para repetir íntegramente su actuación. Uno puede recostarse en el suelo, y quedarse horas enteras, arrullado por esta grata escena. Sin embargo, durante siglos no se había hecho el intento de estudiar razonadamente las bellas costumbres de las alondras, para darse cuenta de que en este hecho existe algo raro que requiere una explicación: ¿Por qué la alondra se comporta de esta manera tan peculiar? Una vez que se hace esta pregunta, el campo de estudio de la alondra y de otros seres se llama ecología.
La investigación ecológica ha avanzado lentamente, desde los problemas más obvios hasta aquellos de carácter complejo y sutil. Algunas de las primeras investigaciones se relacionaron con la geografía: ¿Por qué es distinta la vegetación de las diferentes partes del mundo?; o bien, ¿por qué algunos campos producen cosechas más abundantes que otros?. Estos problemas se afrontaron de dos maneras. Algunos investigadores se concentraron en las especies aisladas, así como en las condiciones que afecta a sus vidas (autoecología), mientras que otros estudiaron las congregaciones de organismos mixtos que denominaron comunidades (sinecología). Posteriormente el problema del tamaño de la población adquirió un interés primordial que persiste hasta la fecha. ¿Por qué tenemos la impresión de que en la naturaleza existe un equilibrio aparentemente constante entre las poblaciones de los animales y las plantas, a pesar de que cada uno de ellos se reproduce con tanta rapidez como puede? Por otra parte, ¿por qué observamos excepciones tan notables a este equilibrio, como las plagas y otros trastornos menores? La ecología está buscando continuamente las respuestas a estas preguntas, pero dichos problemas son complejos y el avance hacia la solución de los problemas principales sólo se ha logrado mediante el esclarecimiento de problemas menores que se encuentran al paso.
Ahora, cuando aún no alcanzamos nuestras
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