EL PENSAMIENTO CRÍTICO.

EL PENSAMIENTO CRÍTICO

El pensamiento crítico refuerza la confianza y da mejores resultados a la hora de aplicarlo, el estudiante, en su educación. Si pensamos bien, aprendemos bien y  muchas universidades se están enfocando en enseñar a través de este tipo de pensamiento y desearían que sus profesores e instructores se informen acerca de las estrategias para enseñar éstas habilidades y que identifiquen en sus aulas donde es apropiado enfatizarlo y enseñarlo, por ser un tópico importante y vital en la educación moderna. Por eso todos los docentes se están interesando en hacerlo y desarrollar y emplear problemas en los exámenes que verifiquen las habilidades de sus estudiantes para pensar críticamente, ya que los ayudan, no sólo en su desempeño sino en su vida personal.

“La educación debe enseñar a los hombres no lo que deben pensar, sino a pensar,” Calvin Coolidge. Es por esto que un buen maestro debe enseñar  a aprender y a cómo pensar, cómo discernir, reflexionar y utilizar su imaginación; ya que aunque sean capaces de cruzar una calle, recibir los vueltos de una compra o detenerse ante la luz roja de un semáforo, ¿Cómo podrán tener control de sus vidas? El maestro debe  cultivar en el estudiante el arte de pensar, inculcarles a que sean seres autónomos, independientes, autoreflexivos y autocríticos, que intelectual mente hablando sean de mente abierta.

Lina Elder y R. Paul (1994) lo definen como: la habilidad de un pensador de tomar control de su propio pensamiento. Ello requiere que el pensador desarrolle buenos criterios y estándares para analizar y revisar su propio pensamiento y para que rutinariamente utilice estos criterios para mejorar, lo que significa que nosotros no nacemos con el poder de pensar críticamente, es una habilidad aprendida que nos deben enseñar y no propiamente por compañeros o nuestros padres sino por instructores capacitados especialmente, los de matemáticas y ciencias ayudan, aunque eso no significa que cuando nos enseñan estas áreas del conocimiento aprendemos automáticamente el pensamiento crítico, sino que como estas son las áreas del pensamiento lógico y correcto, nos pueden dar herramientas para empezar a cultivarlo y para hacerlo se deben superar algunas características innatas de las personas, como el egocentrismo y el sociocentrismo, para poder ver más allá de nuestra propias narices y no tomar ningún concepto como absoluto.

Muchos estudiosos del pensamiento crítico se centran en describir sus características   en vez de definir exactamente lo que es, ya que es una habilidad muy versátil que puede utilizarse en gran cantidad de situaciones y por ello no existe una definición universal de éste término. Entre las características del pensamiento crítico se encuentran que es razonable y racional, es reflexivo, requiere de la voluntad para investigar sobre un tema, la persona debe ser capaz de pensar de forma independiente, requiere de pensamiento creativo, tiene que ser imparcial, se centra en decidir de forma consiente qué creer o hacer.

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