ESCOMBROS DE GRAVEDAD

INTRODUCCIÓN

La morfogénesis, como movimiento de partículas, se apoya de por agentes diversos, pudiendo actuar en conjunto. La fuerza de gravedad colabora en este proceso, permitiendo la evolución de las laderas, mediante el desprendimiento del material de la roca, los cuales caen por efectos gravitatorios desde una zona de partida que posea una pendiente suficientemente alta para poner en movimiento los fragmentos, los cuales, irán generando una selección granulométrica, es decir, los fragmentos aumentaran su distancia desde la zona de partida proporcionalmente a su tamaño (por la energía cinética que un cuerpo de mayor tamaño proporciona), quedando los más pequeños en las zonas altas de acumulación. Las formas que se generan producto de la acumulación se denominan escombros de gravedad o canchales, que corresponden a fragmentos o mantos de derrubios (Gutiérrez, 2001) que se afirman a partir de la arista de la cúspide donde no hay escurrimiento de agua (de existir, el cono seria de eyección) y que recubren las laderas, principalmente sus partes medias y bajas. Si el frente de dicha acumulación es homogéneo en la producción de clastos, se producirá un talud de escombros. En cambio, si la ruptura o incisión en el frente es en un solo punto, se producirán conos de escombros, y la sucesión de ellos producirá un talud.

Los materiales que constituyen estas acumulaciones provienen del rompimiento de las rocas ubicadas en la zona de partida o escarpe superior. Estas roturas se pueden deber a variados mecanismos, aunque en los ambiente periglaciares predominan los procesos e crioclastia. El agua presente en los intersticios de las rocas, al congelarse producirá grandes presiones internas, produciendo clastos angulosos o gelifractos, como también desintegración granular (Gutiérrez, 2001). Los ciclos hielo – deshielo implica ritmos ligados a cambios estacionales como diarios, lo que va generando laderas con evoluciones diferenciadas según el numero de ciclos a los que se ve expuesto, a las horas de insolación y al tipo de roca afectada.

El área de estudio corresponde a un sector montañoso ubicado (aproximadamente) en los 70° 10’ O y los 33 – 34° S, ubicado entre Santiago y Teniente. El trío estereoscópico asignado corresponde a la secuencia 4418 – 4420. A través de la utilización de un estereoscopio se distinguirán las formas de relieve presentes en un par de fotografías, identificando, en un primer orden, los talweg y las cumbres, para luego identificar las formas de escala menor, como los conos y taludes. A continuación, se procederá a trazar dichas formas en una carta temática, donde, a través del uso de la simbología de ITC y colores, se plasmarán dichos elementos a destacar, los cuales se describirán y se analizarán mediante cuadrantes, explicando los procesos involucrados en tal caso.

ANALISIS

En general, la fotografía representa un cuerpo montañoso central, rodeado de dos cursos de agua, hacia los cuales los materiales son desplazados finalmente. Para un análisis y descripción mas explicita se procederá a dividir en cuatro cuadrantes (Anexo 1 – Fotointerpretación I)

Cuadrante A - Se distinguen tres laderas. La izquierda exterior presenta movimiento de partículas en dirección a un escurrimiento. La ladera izquierda central presenta una pendiente mayor, con predominancia de grandes taludes, donde no se identifican escurrimientos. La ladera derecha, correspondiente al cordón principal de la fotografía, posee un canchal de mayor superficie, que presenta una forma disimétrica, lo cual significa un mayor retroceso del escarpe correspondiente. Además, presenta escurrimientos que inciden en esta acumulación. Esta ladera corresponde a la solana, presentando mayor erosión, por los ciclos hielo deshielo a la que se somete a diario y por estación.

Cuadrante B - Las laderas expuestas al sol presentan mayor morfogénesis y retroceso de escarpe. La

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