Ecología política y Odontología
Enviado por تشامورو فرانسيسكا • 25 de Mayo de 2016 • Ensayo • 1.679 Palabras (7 Páginas) • 176 Visitas
Ecología política y Odontología por
INTRODUCCIÓN
En este ensayo voy mostrar los vínculos que relacionan la Ecología política con la Odontología. Enfocándome principalmente en los siguientes temas: El flúor incorporado en las aguas chilenas destinadas para el consumo humano, la eliminación de desechos utilizados en procedimientos clínicos, el uso indiscriminado de pesticidas en los alimentos, el consumo de alimentos que han sido modificados genéticamente (transgénicos) y la contaminación del aire en las ciudades.
Como primera cosa debemos entender el concepto de ecología política. La ecología política nace por los años 80’ como rama de la sociología, antropología y la geografía en los países primer mundistas, los cuales estaban interesados en saber qué sucedía y qué repercusiones tenían los procesos industriales sobre el medioambiente y la gente que vive en países los tercer mundistas. La ecología política se encarga de estudiar los conflictos entre personas y medioambiente, el valor que tienen los recursos naturales, que no necesariamente debe ser un valor monetario sino que, puede ser un valor ancestral, mítico, religioso, etc.…, Las estrategias políticas y leyes implementadas para proteger estos recursos y enmarcando todo lo anterior estudia la relación entre los actores ya sea, político, social, económico, ecológico, etc.
Según (Bryant, 1992)[1], la ecología política tiene 3 niveles de análisis uno son las fuentes contextuales del cambio ambiental, otra los conflictos sobre el acceso y por último las ramificaciones políticas del cambio climático.
Por otra parte, tenemos la Odontología, que es una disciplina ligada al área de la salud y muy a grandes rasgos la podríamos definir como la ciencia que se encarga de estudiar el sistema estomatognatico y el tratamiento de sus dolencias
Como primer gran tema tenemos la incorporación de Flúor a nuestras aguas Chilenas. Esta política pública fue implementada en una primera instancia para mejorar la salud dental de los chilenos con menores recursos. “Está probado, por más de 80 años de estudios epidemiológicos, en comunidades en donde el agua se encuentra naturalmente florada o en aquellas en donde artificialmente se la fluoruro, que los índices de caries disminuyen ostensiblemente”, (Fernández., 2009), considerando el alto costo económico de los dentífricos con mayor PPM y la aplicación de fluoruro en clínicas odontológicas y que sabemos que no todas las familias chilenas pueden tener acceso a ellas, fue que se tomó la determinación de agregarle flúor al agua. Luego, en otros países como Alemania, Bélgica y Holanda que también habían implementado esta medida decidieron eliminarla por considerar al flúor como un micro contaminante tóxico, altamente peligroso para la salud. El Dr. Arvid carlsson, Premio Nobel de medicina 2000 opina “en resumen, la floración es un riesgo irracional. Es decir, que la toxicidad del flúor es tan grande y los supuestos beneficios tan pequeños que exigir a cada hombre, mujer o niño en América que lo ingiera, bordea en una conducta criminal de parte de los gobiernos”, Este elemento al encontrarse distribuido en el agua contamina por consiguiente las tierras por donde esta agua pasa, toda la fauna que viva allí, ya sean, ríos o mar y los que en alguna medida dependan de ella y también la vegetación se ve afectada, es en este punto donde entra la ecología política a relacionarse con la Odontología y la salud en general, ya que la incorporación de elementos ajenos al agua afectan directa e indirectamente al medioambiente y también a las personas que vivimos en Chile, no sería extraño pensar que existen conflictos de interés en este tema, ya que ha quedado demostrado que la relación beneficio-consecuencia no es la más adecuada.
Como segundo punto tenemos la eliminación de desechos utilizados en procedimientos clínicos: cada vez que se atiende un paciente se hace con guantes nuevos, es decir, guantes desechables, si bien esto se hace por un tema de higiene y evitar la contaminación cruzada no podemos desconocer que la cantidad de desechos que generamos en cada turno de trabajo. Supongamos que cada 20 minutos entra un paciente a la consulta para ser atendido y ahora multipliquémoslo por las horas de trabajo de un turno promedio, digamos que son 8 horas, luego, por los 5 días de la semana y ahora por 4 semanas, nos queda que mensualmente desechamos aproximadamente 480 pares de guantes.
Aquí es donde entra nuevamente la ecología política y el concepto de justicia ambiental, porque si una institución está generando impactos es injusto que terceros deban sufrir las consecuencias de estos impactos, esto lo digo en el sentido de que estos guantes no desaparecen, sino que, van a parar a algún lugar junto con otros desechos donde probablemente haya cerca algún asentamiento humano con menores recursos económicos y educacionales, ya que los terrenos con estas características tienen un valor comercial mucho menor y bueno, por tener menos educación se les hace más difícil ir a representar sus ideas y sus posibilidades de ganar la disputa son menores, aquí se aplica la relación autonomía/dependencia, ya que saber es poder, incluso con el tema del lenguaje, al no poder expresarse de una manera correcta o no tener conocimientos legales con respecto a un tema o no manejar a cabalidad tus derechos, claramente se te hará más difícil lograr que acepten tu petición en una municipalidad por ejemplo. Y por ende estas personas se verán afectados por los malos olores e infecciones que produzca el basural, durante el tiempo que vivan allí. También, se verán afectados por la imposibilidad de plantar para su propio consumo, ya que la tierra cercana a este basural también estará contaminada, por consecuencia la gente con menos recursos verá mermada su calidad de vida. Un claro ejemplo de esta situación es bajos de mena, en la comuna de Puente Alto, donde tardaron años en reubicar a esta gente y expusieron gravemente su salud.
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