Educacion Ambiental
Enviado por oscar1983 • 3 de Abril de 2014 • 626 Palabras (3 Páginas) • 226 Visitas
Producto 4
Reflexión sobre la ética y ética ambiental.
Ejercer la crítica y la denuncia. La ética nos otorga el derecho a la palabra, que no es otra cosa que el derecho a la política como sabemos el pensamiento cuestionador es un pilar indispensable en el proceso de pensar, es decir un disenso abierto, frontal, inquebrantable resulta hoy ineludible.
Hinkelammert menciona que hay una estrategia mundial, un engranaje gigantesco que, enloquecido en su propio movimiento, ha perdido el sentido de la vida. Y nos invita, desde la plataforma de la ética, a ejercer una crítica insobornable, aunque nos acusen de amargados verdes.
Todos, pero los docentes de manera destacada, debemos sostener en cualquier tribuna y en el menor resquicio que no hay derecho ético para imponerle a millones de personas, tristes y trágicos destinos para sostener una realidad social pertinaz en el desprecio. No podemos dejar de denunciar, como dice Giorgio Argamen, que ante la ley la vida ya no cuenta; está, en el mejor de los casos, cosificada en los inventarios nacionales de biodiversidad.
Construir teoría. La ética ambiental implica un ejercicio sistemático y abstracto de introspección colectiva, por lo tanto, nos conduce a la reflexión filosófica, teórica, sobre los criterios morales con los que nos relacionamos con la naturaleza. La teoría no es la mirada gélida de la razón, es el deseo de abrazar y explicarnos el mundo con quizá la mejor facultad que tenemos como especie: la capacidad de razonar y repensar la vida.
Los sentimientos no construyen silogismos., Pero es en el corazón donde nace la inteligencia, como yo diría una conjunción entre razón y corazon. El problema, actual me parece, es que rompimos el cordón umbilical entre el corazón y las neuronas, y a estas alturas de la civilización estamos aprendiendo que no era necesario. Hoy nos resulta urgente una intervención por parte de las autoridades educativas que reintegre los sentires y los pensares, que sincronice los latidos del cuerpo y los vuelos de la razón. Pero la voluntad no basta, hacen falta cirujanos y todo parece indicar que no serán las universidades las que los gradúen, según aquí se ha dicho.
La ética ambiental hace referencia a tres dimensiones: la individual, la social y la ecológica:
La primera, nos pone frente al espejo para preguntarnos, sin amagues, si no estamos siendo premeditadamente ciegos y cómodamente sordos en nuestra relación personal con la naturaleza. Este buceo introspectivo es muy distinto al solipsismo que termina en el amor al medio ambiente y el desprecio hacia los otros. Nuestras acciones son un bumerang, agua que vuelve al mar, reaprender este principio es ejercer la ética ambiental.
La segunda, la ética social, nos pone frente a los ojos de los otros para preguntarnos si no hemos actuado delante de problemas
...