El Fenómeno del Niño

INTRODUCCIÓN

El Fenómeno del Niño, está caracterizado por la aparición de aguas superficiales relativamente más cálidas de lo normal frente a las costas del norte de Perú, asociadas a cambios en los vientos, las temperaturas y el régimen de lluvias, que a su vez originan alteraciones importantes en la flora y fauna de varios países de América Latina. Actualmente es de nuestro conocimiento que El Niño es la resultante de la interacción de dos fenómenos: el oceánico, la corriente del Niño, provocada por ciertas variaciones de la temperatura superficial del mar, y el atmosférico, la llamada Oscilación Sur, originada por cambios en la presión atmosférica. (Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú, 2014)

El término "El Niño" fue usado por los pescadores de Perú desde la época de la Colonia, para referirse a la disminución de la pesca en la época de Navidad, ya que asumían que el niño Jesús deseaba que tomaran un descanso para reparar sus equipos y pasar más tiempo con sus familias. A través de los años, el término se ha usado para designar intervalos en que las aguas se vuelven excepcionalmente cálidas, hecho que no sólo altera la vida normal de los pescadores, sino que también trae consigo fuertes lluvias en la región costera de Perú y Ecuador. Los fenómenos de 1982-1983 y de 1997-1998 los que más perduran en la memoria de los pueblos americanos por su gran impacto. (Martelo, 1998)

Según la Administración Nacional Océanica y Atmósferica de Estados Unidos, el fenómeno del Niño del 97-98 provocó la pérdida de más de 24.120 vidas humana alrededor del mundo. En América Latina, los efectos más directos del Niño, tanto en pérdidas humanas como económicas, se vivieron en Perú y Ecuador, seguidos por Brasil, México, Argentina y Bolivia, y, en menor medida, en casi todos los otros países de la región. A pesar del severo impacto socioeconómico sufrido por estas naciones, las pérdidas de vidas fueron inversamente proporcionales, lo que indica por un lado el acierto de las medidas de preparación y por otro que las tareas de gestión de riesgos están comenzando a ser concebidas y ejecutadas efectivamente. (Martelo, 1998)

FENÓMENO DEL NIÑO

El Niño es uno de los tantos ciclos climáticos irregulares ocasionados por la interacción entre el océano y la atmósfera. Es un fenómeno propio de la variabilidad climática, que se manifiesta mediante cambios en los patrones normales de comportamiento de corrientes oceánicas, flujos de viento, y de la distribución de la precipitación y la temperatura. (Organización Panamerica de la Salud, 2000)

Este fenómeno ocurre aproximadamente cada tres a cuatro años, sin embargo, no siempre tienen la misma duración ni la misma intensidad. Generalmente, en los eventos de El Niño la temperatura del mar sube más de 1°C sobre la media, pero en algunos eventos la anomalía puede ser de 5 a 6°C. Asimismo, en algunos eventos es más notoria la variación del índice atmosférico conocido como la Oscilación Sur que en otros. (Montealegre, 2007)

En promedio un evento de El Niño dura de 12 a 14 meses, desde que comienza el calentamiento hasta que el Pacífico vuelve a su temperatura normal; sin embargo, se han presentado eventos de El Niño de más de 24 meses de duración. Los eventos más extremos, donde al mismo tiempo ocurre un gran calentamiento del mar y una Oscilación Sur muy fuerte, son los menos frecuentes. (Montealegre, 2007)

Debido a la enorme superficie que cubre el Pacífico ecuatorial y la inmensa cantidad de energía que se intercambia a través de la evaporación del agua entre el océano y la atmósfera durante un evento de El Niño, cambia el comportamiento del sistema climático. Los países que más sufren son los de la cuenca del Pacífico y en general los mayores efectos se notan en el período diciembre-abril, entre sus efectos resaltan los siguientes (Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú, 2014):

• Sequías al este de Australia e Indonesia, que se extienden hasta las Filipinas.
• Aumento de las precipitaciones en la costa pacífica de América, especialmente en Perú y Ecuador.
• Incremento de la incidencia de tormentas tropicales y de huracanes en el Pacífico. Tendencia a inviernos astronómicos en el hemisferio norte (diciembre) más cálidos de lo normal en la costa pacífica de Estados Unidos y Alaska.

En algunas zonas del mundo se han notado estos efectos, que se pueden relacionar con El Niño (Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú, 2014):

• Sequías en el Sahel (la zona al sur del desierto del Sahara). Sequías en el Nordeste de Brasil (temporada lluviosa de febrero a mayo).
• Disminución de las lluvias provocadas por los vientos monzones de verano (julio-septiembre) sobre India.  
• Disminución de las tormentas tropicales, de los huracanes en el Atlántico, y de las precipitaciones en el sureste de Venezuela.
• Aumento de las precipitaciones en la zona del Golfo de México, el sur de Brasil, Uruguay, Paraguay y el norte y centro de Argentina.  

En el Perú, las variaciones del clima que exhibe de un año a otro, es conocido como variabilidad interanual, estas están en gran medida determinadas por la presencia de El Niño. Los eventos extremos asociados a este son los que causan impactos, afectando las condiciones de vida de la población. Siendo los Fenómenos del Niño ocurridos en los años de 1982-1983 y de 1997-1998 los que más perduran en la memoria de los peruanos y pueblos americanos. (Martelo, 1998)

IV. RESULTADOS

1. Graficar e interpretar el comportamiento del fenómeno del niño ocurrido en Lambayeque durante los años de 1982-83

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